Salud

22/6/2020

Suspenden servicio en el tren Sarmiento ante sospechas de coronavirus

Asoma el riesgo de un colapso del transporte público, ante la expansión de la enfermedad.

Esta mañana amaneció sin servicios el ferrocarril Sarmiento, debido que dos trabajadores presentan síntomas compatibles con coronavirus y uno de ellos tuvo contacto estrecho con un caso positivo, lo que llevó a la aplicación del protocolo de aislamiento para 37 guardatrenes.


La resolución de resguardo del personal, que dispone que los guardas despachen desde cabina de conducción, llevaría al aislamiento también de un turno de conductores.


El presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci, señaló que en total son seis los casos confirmados en el Sarmiento.


En este ferrocarril, para reemplazar personal de riesgo, la jefatura de Trenes Argentinos estuvo capacitando por tandas a banderilleros para la función de guardas y luego los alternaba un mes sobre las formaciones y un mes de vuelta a la barrera, para evitar reconocerles la nueva categoría. Ahora no tendrá más remedio que subir a todo ese personal de manera permanente.


La necesidad de capacitar más guardatrenes y cubrir vacantes se da también en otros ferrocarriles. Pero la actual expansión del Covid-19 entre los ferroviarios puede hacer todos los recaudos inútiles y llevar a un colapso del servicio de todos los ramales en poco tiempo. Marinucci declaró que “con 23 mil trabajadores hasta el día 63 no tuvimos un solo infectado. Hoy estamos por encima de los 80 infectados (…) El Sarmiento era la única línea que no tenía ningún caso y hoy tiene 6 confirmados”.


Las vías de contagio son múltiples, porque el virus ya se registra en todos los rincones del área metropolitana de Buenos Aires, a partir de la apertura casi irrestricta de actividades que impusieron las cámaras empresarias con la colaboración de la burocracia sindical de la CGT, tras sucesivas resoluciones de los gobiernos nacional, de CABA y de la Provincia de Buenos Aires.


Desde el inicio de la cuarentena, el limitadísimo alcance del Ingreso Familiar de Emergencia, en lugar de un verdadero seguro de 30 mil pesos al desocupado y/o cuentapropista, sumado a la catarata de despidos tanto entre trabajadores en blanco e informales, conspiraban con la posibilidad de un cumplimiento estricto del aislamiento preventivo.


El riesgo de un colapso del transporte público por la expansión del virus asoma como una amenaza para el traslado del personal esencial -en primer lugar los trabajadores de la salud, pero también los afectados a la producción de alimentos, entre otros.


Por eso es necesario suspender la actividad económica realmente no esencial por 15 días; garantizar que los trabajadores que no tienen un ingreso fijo tengan acceso a una asistencia mensual de 30.000 pesos; y centralizar el sistema de salud bajo control de los trabajadores para, entre otras cosas, tener el control de la evolución de los contagiados y, fundamentalmente, por las necesidades de salud de la población por encima del interés capitalista.