Los trabajadores de la OSEF (Obra Social del Estado Fueguino) vienen padeciendo reiteradas situaciones de violencia institucional: maltratos, hostigamiento laboral, discriminación y hasta “práctica desleal” por violación de resoluciones y un sinfín de atropellos por parte de sus máximas autoridades jerárquicas: la presidenta Mariana Hruby, el vicepresidente Leonardo Olgiatti y los coordinadores.

El personal emitió un comunicado en dónde se detalla los serios inconvenientes y la situación calamitoso que atraviesa el ente autárquico, la negligencia absoluta y la falta de gestión por parte de las autoridades y del propio gobierno que desfinancia y suprime el presupuesto de la misma; lo que trae aparejado que haya cortes en las prestaciones de servicios de las obras sociales, la morosidad por falta de pago a los prestadores y una serie de inconvenientes que golpea de lleno los afiliados en forma directa (ChimangoNews).

Los trabajadores se encuentran hace varios días realizando protestas en las puertas de la sede de la obra social. El detonante del conflicto fue el apercibimiento hacia una trabajadora por adherir a medidas de fuerza, quien fue “reubicada” a otra área a modo de castigo. Se realizará una denuncia penal a la gestión por este atropello.

Los trabajadores se encuentran en estado de alerta y movilización tras haber rechazado la resolución salarial firmada por las autoridades, a la que exponen como “mentirosa”, “arbitraria” y violatoria de la ley 113 que determina los mecanismos de negociación colectiva para las condiciones de trabajo (gremialesdelsur.com.ar). El aumento insuficiente del 19% y la cifra adicional remunerativa y bonificable de tan solo $4.000 contrastan con el índice de precios oficial que para la Patagonia acumula casi 18% en los primeros cuatro meses del año.

Los trabajadores reclaman la recomposición de salarios del mismo modo que se hizo con el resto de los empleados públicos, el cese de la persecución laboral y no descartan continuar con la intensificación de las acciones de lucha hasta que se resuelva el conflicto.

Cabe recordar que, durante el anterior mandato de Susana Bertone, mientras los salarios estuvieron congelados, los medicamentos se incrementaron hasta en un 700%. A comienzos de la gestión de Gustavo Melella los trabajadores conquistaron el reconocimiento de conceptos mal liquidados, pero luego sería derogado por la actual presidenta de la obra social y los meses percibidos serían descontados. Además, no se realizaron paritarias en el lapso de todo el segundo semestre del pasado año.

Prepotencia patronal y hostigamiento

Mariana Hruby culpabilizó a los trabajadores de la actual situación de desidia generalizada que atraviesa la obra social, adjudicándoles falazmente que se habían dado “un aumento encubierto” (cuando se trataba de un acuerdo por una mala liquidación) y que las problemáticas de la administración, como la falta de provisión de medicamentos y el vaciamiento de los servicios, sería por “los caprichos de algunos” (Info Patagonia Online). Amenazó también con judicializar el conflicto, cuando la problemática es el desmanejo de los funcionarios.

Hruby explicitó que está elaborando un proyecto modificatorio de la ley provincial 1071 (sobre la creación de la obra social en Tierra del Fuego) en aras de incrementar los aportes al organismo y la contribución que debe pagar el gobierno, para acaparar más fondos (Crónicas Fueguinas). Esta acción unilateral ha generado rechazo y repudio de los gremios hacia las autoridades de la Osef y el Ejecutivo.

Desde el Partido Obrero repudiamos la arenga antiobrera de Hruby y denunciamos que el vaciamiento de la obra social tiene como únicos responsables al Estado y sus funcionarios. Se expone descarnadamente, en pleno contexto de pandemia, la ineficacia del sistema de salud en su conjunto y, ante ello, resulta imperioso que la obra social sea administrada por los trabajadores, quienes pueden garantizar que los fondos sean realmente empleados en la cobertura de la atención de salud.

Rechazamos elevar los aportes de los contribuyentes y reclamamos que se abran los libros de la obra social, colocándola bajo la órbita de un directorio electo y revocable por sus afiliados. ¡Por una obra social bajo control de los trabajadores en defensa de la salud de sus afiliados!