Se registraron 1.033 casos confirmados de coronavirus en el municipio de Tigre. En dos semanas, el crecimiento de los contagios se duplicó, ya que el 22 de junio la cantidad total era de 500. El nivel de testeos es bajo: de un total de 400.000 personas que viven en el territorio, el municipio y la provincia han hisopado a 4.685 vecinos, lo que representa el 1% del total de habitantes de Tigre.

La situación en los lugares de trabajo

El crecimiento en el nivel de contagios es resultado de la política que encabezó el intendente de Tigre, Julio Zamora, junto al gobernador provincial Axel Kicillof y el presidente Alberto Fernández, permitiendo la apertura de la producción a las grandes fábricas industriales del distrito, sin que se cumplan los protocolos de higiene y seguridad para evitar la propagación del virus.

Es el caso de Volkswagen, donde estuvieron presentes Fernández, Kicillof y Zamora impulsando la puesta en marcha de la planta, ubicada en la localidad de Pacheco; a días de la reapertura, se difundió que varios trabajadores estaban contagiados y que no se cumplían los testeos por parte de la patronal. Otro caso es el de la alimenticia Mondelez (planta Pacheco), donde la patronal, con el aval del Ministerio de Salud provincial y la Secretaría de Salud municipal, obliga a sus trabajadores a concurrir a la fábrica cuando los contagios aumentan a un nivel del 300%, sin que se cumplan los protocolos y el distanciamiento social.

La situación de los y las trabajadoras de la salud es muy grave ya que aportan el 6,2% del total de los contagiados, debido a la pésima situación laboral que enfrentan tanto en el sector público como en el sector privado. Ejemplo de esto fue la lucha de las trabajadoras municipales del área de Fortalecimiento Familiar y Género, como también el caso de la clínica médica El Talar, donde sus trabajadoras y delegadas fueron despedidas por denunciar que no se proveían elementos de protección, mientras que los contagios ascienden en el lugar de trabajo.

El problema de la vivienda

El 60% del total de los casos del distrito son de transmisión comunitaria. Esto se explica analizando la pésima situación de vivienda e infraestructura que sufren las villas y los barrios de Tigre, lo cual hace que la propagación de la enfermedad se extienda en el territorio.

El caso más difundido de esta problemática es la del Barrio San Jorge, ubicado en la localidad de Don Torcuato, que es una de las más de 50 villas del distrito, donde no existen servicios básicos como luz, agua potable, cloacas y gas. La única respuesta que le dio el Estado fue el aislamiento de la zona con un fuerte operativo represivo dirigido por el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni.

Esta situación contrasta con lo que sucede en los barrios cerrados y countries, como Nordelta, que cuentan con todos los servicios garantizados. Esta contradicción expresa que la política del municipio se basa en el desarrollo de los negocios de la especulación inmobiliaria en detrimento de las necesidades de los barrios donde vive la mayoría de la población.

Por la intervención de los y las trabajadoras

Es una tarea para los trabajadores, vecinos y vecinas poner en pie comisiones de seguridad e higiene en los lugares de trabajo y en los barrios para elaborar y hacer cumplir los protocolos de seguridad e higiene, por el fin de la precarización laboral, en defensa de los puestos de trabajo y el salario.

Por la centralización del sistema de salud, por un plan único de salud y combate de la pandemia bajo control de los trabajadores.

Seguro al parado de $30.000 para todos los desocupados y/o cuentapropistas. Aumento de los bolsones de alimentos y kits de higiene para todas las familias.

Por un plan de viviendas que le haga frente a la crisis habitacional en el distrito obteniendo los recursos a través de un impuesto a las grandes fortunas.