[Nota actualizada 05/12 a las 13.40]

Frente a los miles de residentes y concurrentes todos los hospitales porteños, que bloqueaban desde la mañana los accesos de la jefatura de Gobierno, el gobierno de la Ciudad se comprometió el miércoles 4 a dejar sin efecto la sanción de la ley votada el pasado jueves 28 en la Legislatura, que normalizaba la precarización y superexplotación del sector. El acta firmada dispone a su vez la constitución de una mesa de trabajo.

El mecanismo para la suspensión era la presentación de un proyecto de derogación que debía votar la Legislatura. Hacia allí se movilizaron los afectados desde la mañana de este jueves 5, imponiendo que la totalidad de los presentes (58 legisladores) votaran en ese sentido.

 

Se trata de un gran triunfo de los residentes y concurrentes, impuesto a un gobierno que pretendía hacer oídos sordos al reclamo y se disponía –cómo lo manifestó la ministra del área, Ana María Bou Pérez, en una reunión este lunes- a avanzar hacia la reglamentación de la norma. Los trabajadores mantuvieron una huelga de 7 días que incluyó grandes asambleas en los hospitales y movilizaciones, y debieron soportar la represión con la que se blindó la votación de la ley el jueves 28 en la Legislatura porteña, que fue respondida con un paro al día siguiente que se extendió a diversos sectores de la salud.

La lucha obligó a recular tanto a la fracción kirchnerista de la Legislatura, que había puesto su firma en el proyecto de la ley que normaliza las 64 horas de trabajo semanales y la discriminación salarial y en materia de licencias, como a las direcciones de la Federación de Profesionales de la Salud y de la Asociación de Médicos Municipales (AMM), que venían participando de la negociación hacia la norma. El enorme apoyo en todo el área de salud obligó incluso a la burocracia de AMM a convocar un paro frente a la represión.

La consecución del reclamo por la vía del paro general por tiempo indeterminado, mediante una organización asamblearia  que superó las divisiones gremiales, constituye un ejemplo para todo el movimiento obrero, en un cuadro de políticas de ajuste y despidos.