Salud

17/8/2020

Ya son tres muertes por Covid entre trabajadores del subte

Necesitamos ya un protocolo obrero para enfrentar la pandemia.

En la última semana se conocieron las primeras muertes por Covid entre trabajadores del Subte. Se trata de Julio Escobar de la línea C, Germán Gutiérrez del sector tráfico de la línea D y Andrés Carrizo del taller Congreso de Tucumán de la línea D. Dos de ellos estaban cumpliendo tareas antes de contagiarse y otro estaba de licencia por ser del grupo de riesgo.

A esta situación se agrega un crecimiento de los contagios entre los trabajadores del subte. Al menos 120 compañeros -la mayoría de ellos en actividad- se han contagiado. La situación replica lo sucedido en otros lugares de trabajo, como supermercados, entre los trabajadores de la salud, en el ferrocarril Sarmiento, en el Ingenio Ledesma y otros, que desmienten la tesis de Alberto Fernández que en los lugares de trabajo no existen focos de contagio.

De esta manera el gobierno absuelve a las distintas patronales que no han implementado los protocolos necesarios y se absuelve a sí mismo y a los gobernadores que han posibilitado una vuelta a los trabajos sin el más mínimo criterio sanitario. El broche final de esta tesis es adjudicar el crecimiento de los contagios a las reuniones sociales, queriendo cargar la responsabilidad en los individuos.

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En el Subte, a pesar de haber sido declarada una actividad esencial desde el comienzo de la pandemia, no existen todavía condiciones sanitarias correctas para aminorar las posibilidades de contagio. Los espacios comunes -vestuarios, salas de descanso, comedores- no tienen las condiciones para evitar los contactos estrechos. No existe la formación de grupos de trabajadores para atenuar la cantidad de contactos entre cada trabajador y poder detectar focos.

El protocolo oficial, avalado por la burocracia de la UTA, no resulta suficiente para prevenir los contagios. Han sido los propios trabajadores los que lograron que los aislamientos se hagan según corresponda, y se consideren para estos a los contactos estrechos. Existe una falta de desinfección y sanitización de los trenes y sectores de trabajo de forma periódica y sistemática.

A este panorama se le agrega la irresuelta presencia de asbesto en las formaciones, infraestructura de los túneles y sectores. La patronal avanza a paso de tortuga con la desasbestización de los coches exponiendo a trabajadores y usuarios a enfermedades pulmonares.

El sindicato mayoritario, AGTSyP, no fue incluido en el comité Covid -que no deja de ser un comité mixto que le da la última palabra a la patronal. Reclamaron su inclusión, pero ante la negativa no hicieron nada. Tampoco elaboraron un protocolo propio de actuación. Pianelli (secretario general) ha llegado a declarar que “no salimos a hacer una medida de acción gremial porque estamos en una pandemia” (enelsubte.com, 13/08), lo que significa que no pretenden desarrollar ninguna luchar y solo recurren a medidas judiciales como con los descuentos y el asbesto. De esta forma dan vía libre a la patronal para actuar.

La respuesta sigue llegado de parte de las bases. Fueron los trabajadores los que impusieron las mejoras en algunas condiciones mediante la acción directa en los primeros días de cuarentena. Lo mismo se dio cuando pretendieron ampliar la grilla de trabajo en algunas líneas, en consonancia con las pretensiones gubernamentales de una vuelta al trabajo. El reclamo por desasbestización es llevado adelante con retención de tareas en los talleres San José y Rancagua.

Los trabajadores necesitamos un protocolo sanitario propio y un comité obrero que garantice su aplicación o en caso contrario que pueda frenar cualquier actividad laboral cuando no se cumple alguno de sus puntos.

La situación sanitaria, las condiciones de trabajo, el deterioro salarial y el descuento en los aportes, el problema del asbesto ameritan una reacción sindical distinta. Desde La Naranja del Subte insistimos en la necesidad de un plan de lucha de la AGTSyP, con medidas de acción directa progresivas, para reclamar por todas estas reivindicaciones pendientes.