Sindicales

18/11/2022|1658

100 mil docentes bonaerenses pararon desde abajo, vamos por más

El 17 fue la huelga con los Sutebas Combativos y la Multicolor.

Federico Imas @ojoobrerofotografía.

Cuando aún se está realizando el peinado fino del parazo multicolor, la cifra de huelguistas posiblemente supere los 100.000 docentes en la provincia de Buenos Aires. Estos números se corresponden con un paro que fue masivo en el conurbano bonaerense y en la región de La Plata, Ensenada y Berisso, que trascendió ampliamente las seccionales combativas, que se extendió con fuerza al interior provincial, y que impactó en las grandes seccionales que conduce la Celeste de Baradel, con porcentajes del 70, 80 y 90% de adhesión.

Es significativo que la propia burocracia se haya curado en salud convocando a un paro distrital en Morón el mismo jueves 17/11 que la Multicolor paraba en toda la provincia. Simultáneamente, la conducción provincial celeste lanzó dos petitorios para impostar una lucha que no libra, porque la posición dominante es la “cogestión” y la integración al gobierno de Kicillof.

Este cuarto paro Multicolor representa un progreso en extensión y número de huelguistas contra el ajuste salarial y educativo de Kicillof. Configura un plan de lucha. Después de fracasar con la campaña de la más rancia cuña liberal que identifica los paros y movilizaciones con el “vaciamiento de las aulas”, la dirección baradelista pasó a exigir que se declaren ilegales los paros multicolor y se sancione a “quienes paran la provincia”. Los invitados a sacarse fotos en la embajada yanqui reproducen el lenguaje antiobrero de la derecha.

La impostura celeste se convierte en farsa cuando anotan al aparato en cuánta acción haya de apoyo al gobierno fondomonetarista. Los carneros del paro del 17 y de los tres anteriores son enemigos de la unidad en la lucha con los trabajadores de la salud, obviamente. Sobre todo porque después del triunfazo de los médicos residentes de CABA, la marea blanca se le viene encima a Kicillof. Desertaron de la Plaza de Mayo que unió a los médicos y trabajadores de los Hospitales Garrahan y Posadas, con la comisión de residentes, la Multicolor docente, Ademys, AGD-UBA y el movimiento de lucha de los jubilados. Sin mandato de la docencia, Yasky y Baradel subieron al Suteba, a la Ctera y a la CTA de “los Trabajadores” al acto con Cristina Kirchner en el Estadio Único de La Plata. Han estatizado al movimiento obrero, al igual que los “gordos” de la CGT.

Indudablemente el ajuste fondomonetarista atraviesa la Gral. Paz y se extiende desde Jujuy a Tierra del Fuego. Kicillof no es la excepción. El escenario en el cual crecen y se provincializan las medidas de fuerza multicolor es aquel que van estableciendo algunas luchas victoriosas, como la gran huelga del Neumático que rompió los techos paritarios y la extraordinaria marea blanca de los médicos residentes de CABA que acaba de conquistar un piso salarial de $200.000.

Reapertura de la paritaria docente

El 17 la Multicolor marchó a Plaza de Mayo aportando la munición gruesa de su propia lucha y de un paro provincial enorme. El empeño en el triunfo de la lucha es la mejor solidaridad de clase y más efectiva. El parazo es una respuesta de acción a todos los ataques que llevan el sello ajustador de la cogestión Sileoni-Baradel, como ocurre con el apoyo de la burocracia del Suteba a la quinta hora en Primaria (reforma laboral) y al vaciamiento de las Fobas en Educación Artística (ajuste y precarización educativa).

Con los paros toma cuerpo la lucha contra la estatización del Suteba y para que el sindicato rompa con su subordinación e integración al gobierno (la Celeste tiene funcionarios propios en la Dirección de Escuelas y actúa como una colateral de la política oficial). El hilo conductor de los tres paros multicolor es la miseria salarial en pleno estallido inflacionario. Las “alertas” del número dos de Economía y vice de Massa, Rubinstein, echan más leña al fuego y apresuran los tiempos. La pretensión de la burocracia de Baradel y Cia, que quiere cerrar el año con un salario que deja a la mayoría de la docencia por debajo de la canasta de pobreza -hoy en $140.000- choca con la tendencia profunda que muestran los paros provinciales multicolor y las marchas en los distritos, en especial en Bahía Blanca donde el cuerpo de delegados votó continuar la movilización la semana que viene.

Uno de los lastres más pesados que deja la burocracia, junto con la convalidación del 22% para los últimos tres meses del año, en cuotas y a la baja de la inflación de tres dígitos, es la destrucción de los salarios básicos y el achatamiento de la pirámide salarial que deja a la mayoría de la escala docente por debajo de la canasta de pobreza.

Vamos a las Asambleas Ordinarias del 23/11

El carácter “ordinario” de las asambleas del Suteba es una manipulación de la Celeste para cerrar la “Memoria” a julio de este año, encubriendo el derrumbe de los salarios y jubilaciones, los 30.000 docentes ATRs que fueron cesados en el receso de invierno y las nuevas cesantías que se vienen en los Fortes, todas formas precarias de contratación a término. Vamos a las asambleas del Suteba para pelear mandatos de paro y movllización a La Plata hacia el Congreso Provincial de Suteba (25/11) como continuidad del plan de lucha.

La continuidad del parazo plantea dirigir y concentrar la lucha contra el Estado patrón y ajustador que gobierna Kicillof en la provincia. Es el “Kici” el que no quiere abrir las paritarias -al igual que Cristina, Máximo y La Cámpora-, porque la prioridad es el pago de la usurera deuda externa. Este es el contenido del presupuesto provincial 2023, de ajuste y mayor endeudamiento, que el Frente de Todos está pactando en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Tribuna Docente impulsará el Plenario Multicolor para terminar el año en pie de lucha, poniendo a debate un paro con movilización a La Plata que será la mejor preparación para el año entrante.

Reapertura de paritarias ya. Por un básico de $140.000 y la defensa del Estatuto del Docente contra todas las formas de precarización del trabajo docente.