Miles de docentes de toda la provincia de Mendoza ganaron las calles reclamando una recomposición salarial que compense la pérdida del último período frente a la escalada inflacionaria.

Como hacía mucho que no se veía miles de docentes se concentraron y marcharon, en su gran mayoría de forma autoconvocada y con fuertes cuestionamientos al gobierno provincial, pero también al sindicato. Este escenario cierra la discusión sobre si hay disposición a pelear por parte de la docencia mendocina. La realidad es más fuerte que cualquier especulación.

La ciudad de Mendoza dio cuenta del fuerte rechazo que generó la propuesta salarial del gobierno provincial. Es que, pese a la manipulación de los números mediante cuotas y sumas en negro, Rodolfo Suárez no logra ocultar que se trata de una nueva confiscación al bolsillo de los trabajadores.

Madura el paro

Durante los plenarios la conducción Azul Naranja del Sute se esmeró en morigerar el rechazo a la propuesta salarial del gobierno. Frente al clima que se fue desarrollando en las escuelas no le quedo otra que rechazar de plano la oferta salarial, pero jugo un rol disuasivo a la hora de darle una perspectiva a ese rechazo convocando al paro.

La gran movilización justamente ha colocado nuevamente en el horizonte inmediato la necesidad de convocar a un paro, ya no solo de la docencia si no del conjunto de trabajadores de Mendoza, que también están discutiendo paritarias. Quebrar la política de miseria salarial del gobierno derechista de Rodolfo Suárez es quebrar uno de los pilares del ajuste serial.

Plan de lucha

La docencia está interpelando al conjunto de los trabajadores con el reclamo salarial, cuando las burocracias sindicales se esfuerzan en mantener la tregua con acuerdos salariales a la baja.

Urge precisar un plan de lucha, algo que la conducción del Sute viene esquivando. Es posible conquistar el 50% en una cuota a enero y la actualización por inflación mes a mes, y para eso es necesario la preparación del paro provincial.