El jueves 20 de abril, un nuevo plenario convocado por las seccionales, congresales y delegades de la Lista Multicolor, con mandatos que representaban la voluntad de miles de docentes, votó la continuidad del plan de lucha iniciado a comienzos de marzo con paros y movilizaciones, y resolvió parar por 48 horas, coordinando con una medida de paro y movilización del sindicato Ademys de CABA y marchar en común al Palacio Pizzurno, sede del ministerio de Educación. Reforzamos de esta manera la lucha para enfrentar el ajuste educativo del gobernador Axel Kicillof y de su ministro Alberto Sileoni, que cumplen con todas las exigencias del FMI, en reclamo de la reapertura de las paritarias docentes, luego de la estampida inflacionaria imparable que estamos sufriendo el conjunto de las y los trabajadores.

Luego de meses de silencio y un día después del plenario multicolor, la burocracia sindical del Suteba de Roberto Baradel tuvo que interrumpir su campaña electoral en apoyo al gobernador por unos minutos, y debió sacar una carta planteando el “requerimiento al Ministerio de Trabajo de la provincia para que convoque con carácter de urgente a la mesa técnica salarial a los efectos de activar la cláusula de seguimiento y revisión del acuerdo salarial de febrero 2023 para esta primera mitad del año. El fuerte incremento de precios debido a las condiciones inflacionarias de la economía está impactando con dureza en el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras docentes”.

El aumento irrisorio firmado por la dirección celeste del Suteba fue sepultado por la inflación del 22% que sufrimos en este primer trimestre.

La carta de apuro es un reconocimiento implícito de la justeza de las medidas de fuerza convocadas por los Sutebas Multicolores, y a la vez un intento de desviar y frenar la lucha.

La “urgencia” de la burocracia reside en el temor a un paro que viene con una tendencia muy masiva, con una bronca creciente en las escuelas no solo por el salario sino por el derrumbe educativo general provocado por la política de ajuste de Kicillof. Además del reclamo de un salario familiar que en un cargo cubra la canasta familiar indexado por inflación, los Sutebas multis paran en defensa de las condiciones de trabajo contra el avance de una reforma laboral de hecho que está destruyendo el Estatuto Docente, por infraestructura y obras que no existen, creación de todos los cargos faltantes, contra el vaciamiento del Ioma y sus prestaciones, becas para todes les estudiantes y comedores universales en las escuelas que se efectúen los trámites jubilatorios de les compañeres (una reforma previsional en los hechos) y por la defensa del IPS y por el aumento del presupuesto educativo y el fin del pago de la deuda externa. Un plan de lucha que enfrenta el ajuste general del gobierno del Frente de Todos.

Organicemos y defendamos el paro contra los aprietes del gobierno y de Baradel

Durante toda la semana anterior la tendencia al paro creció sin parar. Los mandatos de paro de 48 horas fueron casi unánimes. Frente a esta situación, otra vez el gobierno, los funcionarios del Ministerio de Educación y los inspectores, junto a la burocracia sindical de Baradel, han salido a intimar a la docencia, señalando una supuesta ilegalidad del paro, lo cual es completamente falso. Además, las medidas han sido anunciadas por escrito al Ministerio de Trabajo de la provincia por los directivos y congresales multicolores.

Los aprietes con argumentos falaces son la expresión de que las medidas de lucha golpean en la línea de flotación de un gobierno que no para de caer en la consideración de los trabajadores de la educación. La dirección del Suteba celeste, ubicada en ambos lados del mostrador, está actuando como vocera y agente de persecución del gobierno.

Defendamos los paros y nuestros derechos con la unidad y decisión de las y los docentes en las escuelas, rechacemos los aprietes –en este caso sí ilegales- de directivos y burócratas sindicales. El plan de lucha en marcha tendrá continuidad, la cual se debatirá en un nuevo encuentro multicolor luego de las medidas de fuerza.

¡Adelante, compañeres!