Sindicales
5/6/2020
3J en La Matanza: gritamos fuerte “el Estado es responsable”
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El pasado miércoles 3 de junio, en el quinto aniversario de la gran movilización que instaló en todo el país el reclamo de “Ni Una Menos” contra los femicidios y la violencia de género, y como parte de las resoluciones de la Asamblea de Mujeres y Disidencias que pusimos en pie con la izquierda y sectores independientes, se realizaron acciones en diferentes lugares del país junto con la concentración central en Plaza de Mayo. En La Matanza impulsamos la convocatoria con las organizaciones que integran la Mesa por el Derecho al Aborto de La Matanza, el Suteba, centros de estudiantes y la izquierda.
Respetando las medidas de distanciamiento social, realizamos la lectura del documento central y una radio abierta y pañuelazo en las puertas del municipio de Espinoza. Participaron, con sus delegaciones, unas diez organizaciones. Las trabajadoras de La Nirva también se hicieron presentes.
La delegación del Plenario de Trabajadoras fue muy representativa: docentes del Suteba La Matanza, que están luchando por los actos virtuales de nombramientos de cargos; estudiantes que plantean una batalla crucial, en el marco de la pandemia, por la universalización del Servicio Alimentario Escolar, incluyendo a los terciarios y el reclamo por conectividad para estudiantes; militantes del Polo Obrero que están en la primer línea de lucha contra el hambre y la violencia y de la Agrupación 1969, exigiendo la implementación del cupo laboral Travest- Trans, al que ni la vicegobernadora Verónica Magario, ni el intendente Fernando Espinoza adhieren, por los vínculos enormes que tienen con las iglesias católicas y evangélicas del distrito.
Recordemos que en este distrito, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), tiene a un referente entre los subsecretarios del municipio, para el cual la propia Magario le creo la Subsecretaría de Culto de La Matanza.
La elección del lugar de la lectura, frente a las puertas del Palacio Municipal, tiene que ver no sólo con realizar el reclamo en el centro del poder político del distrito, sino también con la exigencia que levanta el movimiento de mujeres por la separación de las Iglesias del Estado.
Hoy más que nunca: el Estado es el responsable
En la acción convocada denunciamos la alarmante situación de las mujeres y disidencias en todo el país. Con la pandemia quedó expuesta la crisis económica y sanitaria. El marco del aislamiento obligatorio potencia los casos de violencia.
Por un lado, la pandemia y todas sus consecuencias azotan fuerte en los distintos barrios del distrito, que cuenta con unas 120 villas, asentamientos y barrios carenciados. El Área de Género municipal viene siendo vaciada y ofreciendo respuestas estériles para las demandas de las mujeres, sostenida férreamente por trabajadoras que son tercerizadas o mal pagas. En contraposición, la Secretaría de Desarrollo Social sí ha tenido presupuesto para colocar la ayuda social a través de las iglesias y acompañadas por el ejército. Las prioridades de Fernando Espinoza no han cambiado y profundizan las que llevó adelante Verónica Magario, exintendenta, flamante creadora de la Subsecretaría de Culto: ni un peso para las mujeres y la clase trabajadora. Mientras, refuerzan la alianza de la iglesia y el Estado y aumentan la injerencia de las fuerzas armadas en los barrios. Las trabajadoras de la salud denuncian, a la par de su precarización, la imposibilidad de acceder a la ILE por el “color político” del municipio.
Por otro lado, la adaptación y cooptación de las organizaciones ligadas al gobierno de Fernández es abrumadora. No se acercaron a la jornada de lucha y abandonaron la posibilidad de conformar instancias de debate para poner en pie la organización de un 3J independiente del Estado y del Clero. La integración al Estado y la defensa de las medidas de un gobierno que antepone los intereses del FMI, los bonistas, banqueros y empresarios a los reclamos de las mujeres trabajadoras, es un bloqueo para luchar y hacer cumplir nuestras demandas. Por eso, en La Matanza, y en todo el país, es necesario intervenir con independencia política de las patronales, el FMI y el Estado, gritando: no al pago de la deuda, que esos recursos se utilicen para brindar herramientas efectivas frente a la violencia de género y todas las opresiones que atraviesa la clase obrera, bajo control de las y los trabajadores; separación de las iglesias del Estado; presupuesto para combatir la violencia; que se garanticen los alimentos y kits de limpieza para comedores y merenderos urgentemente; por el cumplimiento efectivo de la ILE, aborto legal ya con el proyecto de la Campaña; ESI laica y científica en todos los niveles. La propuesta del Consejo Autónomo de Mujeres que plantea el Plenario de Trabajadoras va en este sentido.