Sindicales
8/11/2023
62 años de nuestra Adosac: el sindicato de los docente de Santa Cruz
Una historia de lucha que nos prepara para los inmensos desafíos que se aproximan.
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Tribuna Docente
Represión de la Policía Federal contra docentes de Santa Cruz (junio 2011).
El sindicalismo docente se estructuró en nuestro país en dos grandes líneas ideológicas y conceptuales. En una primera etapa como organización profesional ligada al progreso de la enseñanza: más un colegio profesional que un sindicato. En una segunda etapa, con el reconocimiento del rol del docente como parte de la clase trabajadora con todas sus consecuencias desde fines de los años 60. La Asociación Docente de Santa Cruz (Adosac), desde su fundación en la joven provincia de Santa Cruz en 1961, ha incorporado las dos corrientes mencionadas.
La primera luce en su nombre y su logo: Asociación Docentes de Santa Cruz “Todos Juntos por una educación mejor”, a diferencia de Ctera que es la “Confederación de los Trabajadores de la Educación de la República Argentina”. A la segunda etapa se incorpora siendo cofundadora de la Ctera en 1973, pero manteniendo su denominación original de Adosac. La última reforma de sus estatutos que data de 1988 no abordó estos problemas.
Hoy la Adosac es conocida en el ámbito nacional como un gremio “combativo” y lleva tres décadas luchando contra el kirchnerismo gobernante en Santa Cruz.
Néstor Kirchner, cuando asumió en 1991, se propuso cooptar a las dirigencias y derrotar a las organizaciones que no se asociaran al poder, que fue el caso de la Adosac. Para disciplinar a los docentes el arma fue el presentismo, que llegó a significar un 40% del salario de maestros y profesores, en el marco de un recibo de sueldo lleno de sumas “en negro”.
Gran parte de la historia de Adosac consistió en el combate contra el presentismo, especialmente después de la recuperación del sindicato por la Lista Rosa que encabezaba Tribuna Docente, que desalojó a la Lista Celeste al iniciar el año 1997. Allí se inicia una nueva etapa de absoluta independencia respecto al poder político, que con sus más y con sus menos continúa hasta la actualidad, hoy dirigida por la agrupación Lila. La culminación de esta resistencia fue la rebelión docente acompañada por otros sindicatos y gran parte de la población, que se llevó puesto a un gobernador en 2007.
El gobierno que trajo la Gendarmería a las escuelas, que reprimió las protestas, que descontó meses enteros a los huelguistas, había elegido un ángulo político para intentar dividir al gremio: desde el 2000 el gobierno decía que Adosac que igual al Partido Obrero. El intento fracasó.
El 2007 significó el fin de los aumentos por decreto y la ley de paritarias, el fin del presentismo y el blanqueo de los salarios. Un cambio de época, como resultado de una huelga política de masas, donde el protagonismo de la Adosac y las y los docentes fue el motor.
Otro gran hito de la Adosac fue la consecuencia en la defensa de los derechos jubilatorios, que hemos logrado sostener a pesar de los intentos de anular esos derechos en varias oportunidades y especialmente en diciembre de 2011, derrotados por una movilización popular enorme donde el sindicato fue protagonista.
Esta historia de resistencias y luchas contra el poder político colocó muchas veces al gremio docente de Santa Cruz en el marco de mesas de unidad sindical y coordinaciones de todo tipo, uno de cuyos puntos culminantes fue el triunfo de la lista rosa y negra en la CTA encabezada por la Adosac en el 2000.
Estas mesas de unidad se debilitaron con la cooptación de algunas dirigencias de otros sindicatos al “acuerdo social” de Alicia Kirchner desde 2017 en adelante.
En la última etapa donde a pesar de muchos esfuerzos y luchas el gobierno ha destruido el poder adquisitivo de los salarios, y especialmente el de los maestros, se ha logrado sin embargo una barrera defensiva esencial ante la inflación descontrolada: la “cláusula gatillo”, que reconoce el antecedente del decreto 800, en 1989.
En 2023 la lucha docente ha tenido una influencia innegable, entre las causas de la pérdida de la gobernación por el kirchnerismo. Amargamente, Alicia mencionaba poco después que el conflicto docente no se había resuelto por la influencia del Partido Obrero en el gremio. Eludía así reconocer que la actitud provocadora de las autoridades educativas fue la que hizo interminable el conflicto.
El gobierno nunca pudo comprender que la Adosac, más allá de cualquier disputa interna (que las hay y las ha habido siempre), en todos los casos ha resuelto a través de asambleas y congresos sus medidas de acción. Su independencia política es absoluta y la defendemos todas las corrientes que participamos en el gremio.
Ahora en las vísperas de una elección presidencial donde los candidatos se dedican a discutir quien le aplica el presentismo más duro a los maestros, quien le prohíbe con más fuerza el derecho de huelga, quien elimina cualquier cláusula gatillo y quién produce más rápido una reforma jubilatoria contra el sector, la historia de lucha de la Adosac nos enseña el camino a recorrer, en conjunto con una clase trabajadora que va a resistir inevitablemente los nuevos intentos de descargar la crisis del sistema sobre los hombros de los trabajadores.
En este nuevo aniversario de la Adosac brindamos por un sindicato independiente que se prepare para recuperar nuestros salarios, y defender cada derecho en la dura etapa que se viene.
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