El 78º Congreso de Ctera que sesionó luego de rendir homenaje a las compañeras Rita y Amelia de Suteba Sarmiento trágicamente fallecidas, adoptó un plan de lucha centrado en la cuestión salarial, que consiste en movilizaciones escalonadas en las provincias y la realización de un paro de 24 horas en la primera quincena de junio y un posterior paro con caravana nacional en fecha a determinar.

Las reivindicaciones de este “plan”, ningún docente bajo la línea de pobreza, niegan una consigna de aumento sobre los básicos y pretende la continuidad del incentivo docente, un proyecto que ya tiene la firma del justicialismo y de Maffei-Macaluse entre otros. Junto a esto se buscaría acelerar el recupero de las deudas por el incentivo docente, para que pasemos a cobrar en el segundo semestre, 120 pesos por cargo.

El plan aparece como una salida improvisada ante el fracaso del propósito de acordar con el gobierno una “agenda de diez puntos” de políticas laborales y educativas. Ante una pregunta sobre la “agenda”, el secretario general debió reconocer que “por ahora quedó en la congeladora”.

La oleada de luchas salariales quedó evidenciada en los informes de numerosos delegados de provincias. La Junta Ejecutiva quedó desubicada luego del “aumento” a los estatales, porque la docencia ha quedado postergada una vez más.

Notoriamente, Yasky eludió el tema jubilatorio (prometió tratarlo más tarde y luego no lo hizo) que ya le había traído una crisis en un reciente Plenario de Secretarios Generales. Está la pretensión de imponer una edad de 55-57 años a la jubilación docente para todo el país. Es que las provincias que mantienen Cajas provinciales tienen regímenes mucho más beneficiosos que la propuesta que Ctera ya tendría “consensuada” con el ministro Tomada.

La única delegación que cuestionó de conjunto la orientación de la Junta Ejecutiva y propuso un programa y plan de lucha de conjunto, fue la de Santa Cruz. Explicamos las circunstancias de nuestra reciente huelga y denunciamos el proceso que se sigue a 23 docentes de Caleta Olivia, desarrollamos nuestra experiencia en Santa Cruz con Kirchner y llamamos a abandonar toda ilusión en el gobierno, desenmascaramos la idea de que el poder adquisitivo de los salarios docentesrecién habría caído “en los últimos tres meses” (justificación insostenible de Yasky para explicar el tiempo perdido desde el inicio de clases hasta esta decisión de iniciar un plan de acción), reclamamos el básico unificado de 800 pesos, denunciamos el ocultamiento de los proyectos de Ley de Financiamiento educativo, que no han sido girados a las provincias para su tratamiento, mostramos que la jornada del 28 era una oportunidad para golpear todos juntos y que debía ser nacional con el aporte de Ctera y finalmente señalamos que la perspectiva de esta lucha, para ser consistente debe ser la preparación de la huelga general educativa, con los estudiantes y la Universidad.

Aten (Neuquén) tuvo varias intervenciones dispares, habló del paro pero no hizo moción, se dividió a la hora de votar y solamente una delegada acompañó la moción de Santa Cruz. Unter (Río Negro) no intervino y entregó su mandato por escrito a la mesa. AMP (La Rioja) no participó del Congreso.

La propuesta de la Junta Ejecutiva se votó en bloque, con orientación, programa y plan de lucha, algo más de 50 votos; la moción de Adosac tuvo cuatro votos y hubo 21 abstenciones (uno de los síntomas más importantes de la crisis del aparato ceterista).

Luego se votó la separación de Ctera de la Ampyya (San Luis), también por 55 votos y 21 abstenciones y finalmente se aprobó por unanimidad el reingreso a Ctera de Atep (Tucumán).

Las Resoluciones del 78º Congreso expresan, a su manera, la crisis del gobierno y de sus aduladores. No se habló ni una vez de la CTA, ni de la consulta popular, como si se empezara todo de nuevo. Es notorio que si aparece una mínima concesión, la cosa se puede levantar en cualquier momento; se trata de una dirección que busca el compromiso incondicionalmente. La posición de Adosac ha dejado planteada una perspectiva consecuente, que abre incluso un canal de intervención unitario al amplio espectro de sindicatos y activistas opositores en la docencia del país.