Sindicales

29/8/1996|508

800 obreros desempleados desbordan el local de Luz y Fuerza

La Asamblea Extraordinaria convocada por la Coordinadora de Desempleados de Córdoba, el pasado lunes 19, en el Sindicato de Luz y Fuerza, fue una victoria política de los trabajadores cordobeses en su lucha contra la miseria y el hambre capitalista. La asamblea fue extraordinaria, no sólo por la concurrencia (800 desocupados), sino también por el nivel de debate y participación de los concurrentes, por las resoluciones adoptadas y por la decisión manifiesta de construir una organización del sector más explotado de los explotados, siguiendo los métodos y objetivos propios de la clase trabajadora.


Todo esto no ‘no cayó del cielo’. La asamblea se ‘veía venir’. En un mes y medio la Coordinadora empadronó a más de 9.000 desempleados, organizó asambleas en barrios, instauró las asambleas semanales (que desde el 8 de julio se hicieron todos los lunes) como el órgano de resolución, debate y organización de la actividad. Todas estas instancias sirvieron para explicar y discutir a fondo la declaración de principios y los reclamos efectuados a la Municipalidad (subsidio de 500 pesos mensuales para todos los desempleados mayores de 16 años, empadronamiento, exención del pago de impuestos, tasas y servicios, cobertura integral de salud a cargo del Estado, cese de los desalojos y sostenimiento de los alquileres por parte del Estado). En este lapso, la Coordinadora participó de la movilización de los trabajadores de Ciadea, en la del paro del 8 de agosto, intervino en las asambleas contra la reforma educativa y en cuanta manifestación y lucha de los trabajadores se desarrollara en la ciudad. Además, intervino en los medios de comunicación demostrando la solidez de los reclamos y desmintiendo y descalificando la política del gobierno y los partidos patronales en torno a la desocupación.


Un dato indicaba con toda claridad que la asamblea del 19 iba a ser masiva: de los 8 colectivos que fueron puestos para trasladar a los participantes desde los barrios, 7 fueron sostenidos por los propios concurrentes, quienes pagaron su viaje en un cuadro en que la miseria es brutal.


Neuquén, Cutral Co, un ejemplo


La asamblea fue abierta por el compañero José Carpio, quien luego de llamar a constituir la mesa, invitó a subir al escenario al compañero Jorge Mora, dirigente de la Coordinadora de Desocupados de Neuquén. El recibimiento efectuado a Mora fue uno de los momentos más emotivos de esta jornada; de alguna manera, los cordobeses pagaban una deuda a los neuquinos: Neuquén y Cutral Co estuvieron presentes todos los lunes, y en las infinitas reuniones realizadas todos los días en el local de la Coordinadora o en los barrios; Neuquén es mirado como el ejemplo, Cutral Co se convirtió en un patrimonio de todos los trabajadores.


Jorge Mora fue literalmente ovacionado. El compañero desarrolló un análisis sobre la situación política, la importancia del paro del 8, la experiencia de la Coordinadora de Neuquén, la importancia del paro del 8,  la importancia de crear una organización, el Cutralcazo. A través del relato vivo de estos procesos de lucha, las conclusiones de Mora eran ratificadas con aplausos y cánticos. El compañero terminó su intervención llamando a una organización nacional de los desocupados.


La importancia de un programa


A posteriori de Mora, Eduardo Salas intervino explicando y fundamentando los cinco puntos reclamados. Esta intervención fue desarrollada con el objetivo de que todos los concurrentes tuvieran los argumentos para impulsar la lucha, para rebatir las campañas que sostienen que los reclamos son “una locura”. Se explicó que la Coordinadora partía de caracterizar que los desempleados no eran responsables de su situación, que está provocada por las medidas legales e ilegales que los gobiernos han lanzado contra los trabajadores en beneficio de los capitalistas y que por ello es el Estado el que debe resolver la situación que viven más de 300.000 cordobeses y cuatro millones y medio de trabajadores en todo el país.


Se demostró que los 500 pesos eran un reclamo mínimo de subsistencia, que existen los fondos para pagarlos, que el gobierno destina el dinero a sostener a los capitalistas de miles de formas (deuda externa, subsidios a empresas y bancos, sostenimiento con fondos públicos de negociados, etc.) y que, además, los 500 pesos y el aumento de salarios iban a provocar una reactivación de la economía del país. Los desocupados no sólo reclaman lo que les corresponde, tienen una salida para la crisis económica. Se demostró con ejemplos como mientras se cortan los servicios elementales (luz, gas) o se inician juicios contra los trabajadores por deudas impositivas, se bajan las tarifas a las grandes empresas (las mismas que echan personal como Ciadea o Pritty), se les condonan deudas (que deben ser asumidas por los asalariados, como las del vaciamiento del Banco de la Provincia). A través de fuertes aplausos, fueron ratificados los puntos del programa de reclamos.


Resoluciones


La asamblea pasó, entonces, a debatir las tareas. Se resolvió marchar el 4 de setiembre a las 10 horas al municipio a reclamar una respuesta al petitorio presentado el 28 de junio pasado. La fecha fue elegida tras un debate con gran participación de la asamblea, se discutió la conveniencia de la fecha,  la forma en que se desarrollará la movilización, la realización a posteriori de una asamblea en Colón y Gral. Paz para decidir los pasos futuros, la entrega ese mismo día (a través de una delegación) de un petitorio igual al gobierno provincial, esto para poder incorporar a desocupados del interior, que en algunas localidades, como en Alta Gracia, se están empadronando masivamente. Una moción, efectuada por un compañero, revela la preocupación y el espíritu puestos en asegurar el triunfo de la marcha: se aprobó por unanimidad no llevar vino u otras bebidas alcohólicas a la movilización.


Se aprobó participar de la “pueblada” del 23 de agosto en defensa de la educación, el reclamo de 36 horas y de la libertad de los compañeros Panario, Christiansen y Estrada. La asamblea también aprobó por unanimidad el impulso junto a Neuquén de un congreso nacional de desocupados.


Cada moción fue acompañada de debate, fue sometida a votación. Muchos compañeros resaltaron, después, que se habían sentido protagonistas, que era la primera vez que se los convocaba para opinar y decidir.


La asamblea ha sido un paso enorme en la organización de un sólido movimiento de los desocupados de Córdoba, se han sentado las bases para un movimiento profundo de los explotados. Ahora hay que ir a fondo en la actividad. Ya están programadas más de 10 asambleas barriales, avanzando en la organización de los núcleos por barrio, con la mira en una masiva movilización el miércoles 4.