Sindicales

22/5/1997|540

A la ‘pata y el pulmón’ le falta una política

El viernes 16 culminó, en la Plaza Independencia, con 4.000 personas, la marcha “A Pata y a Pulmón”, que se había iniciado el día anterior desde distintos puntos del interior, convocada por la Asamblea de Trabajadores y el sector sindical de los “auténticos”. Participaron principalmente sectores de la docencia y trabajadores de los municipios y comunas del interior. Hubo dos columnas estudiantiles (Filo y Artes) y de varios partidos políticos.


El gobierno, para impedir una reedición de la pueblada del año pasado, se aseguró que la delegación de la CGT y la FOTIA no participaran y, en base a un nuevo endeudamiento, logró pagar los salarios de abril a casi toda la administración pública, sin por ello olvidarse decretar un asueto general. Como la dirigencia de la AT y los “auténticos” no llamaron a un paro general, no se realizaron asambleas y plenarios para neutralizar el asueto.


En el acto, al finalizar la Marcha, habló Zelayarán, secretario general de ATEP y presidente de la AT, quien llamó a ‘castigar’  a los gobiernos “en las urnas”. Luego habló Juan Valdés, dirigente de los municipales de la capital y secretario general de la CGT auténtica, quien, más preciso, esbozó incluso un programa de lucha y planteó un paro provincial en el mes de junio. Cerró el acto Víctor De Gennaro. Propuso fundar un nuevo modelo de Nación, señaló la posibilidad de un paro nacional, pero no concretó nada en este sentido.


Aunque la Marcha reflejó el giro combativo  que hay en el país quedó encuadrada por la dirigencia burocrática. Ante el problema crucial de cómo arrancar las reivindicaciones, ninguno de los oradores dijo nada.


El mismo día de la Marcha, Bussi viajó a Buenos Aires para reunirse con un representante del Banco Mundial, para negociar un crédito de 100 millones de dólares (20 millones destinados a profundizar la ‘reforma’ estatal, 40 a la ‘reconversión’ del sistema de salud y 40 a la ‘reconversión’ educativa), lo que significa que se profundizará la ofensiva (quita salarial, despidos, privatización de la salud, etc.) contra los trabajadores.