La UOM acaba de suscribir uno de los peores convenios de la industria. El acuerdo que comprende a 130.000 trabajadores metalúrgicos plantea para el mes de agosto un jornal de 3,61 pesos la hora y un básico mensual de 722 pesos para el peón, la categoría inferior del convenio, y de 5,73 pesos y 1.146 pesos para el oficial múltiple, la categoría superior. En enero de 2006 el básico del peón pasará a 800 pesos y el del oficial múltiple a 1.268. A estas sumas se agrega el 1% por antigüedad y lo que surja del pasaje al básico de sumas no remunerativas que no eran consideradas para el pago de la antigüedad o de las horas extras. De conjunto supone una mejora salarial del 12%, un aumento prácticamente nulo si se considera la inflación, en el marco de una profunda demolición del salario. Esto sin considerar los problemas estructurales, como la presencia masiva de trabajadores contratados, que no merecieron un párrafo en el nuevo convenio.

Antes de este acuerdo la burocracia había firmado el convenio para la rama del acero escindiendo al conjunto del gremio del sector obrero más concentrado de la industria. Es necesario impulsar una asamblea general en las seccionales para denunciar el actual convenio y plantear una lucha por los 1.800 pesos de básico, la escala móvil de salarios y la efectividad de todos los contratados y trabajadores en negro.

Este resultado desastroso de la paritaria de la UOM fue adelantado por la propia burocracia cuando declaró, por boca del secretario general, en el Congreso de delegados de Campana (2 de junio), que la estrategia era “un básico por encima de la línea de pobreza” y “no ir a un conflicto”.