Mediante el reciente decreto 465/18, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal abrió los “retiros voluntarios” para los estatales de la provincia –con excepción de la policía y el servicio penitenciario-, un plan de despidos encubiertos en sintonía con los mandatos de ajuste del FMI.

 

El decreto –que podría llegar a incluir a la docencia- plantea que podrán retirarse quienes tengan entre 2 y 24 años de trabajo, con una escala indemnizatoria que varía entre 10 y 30 cuotas de acuerdo a la antigüedad. Una verdadera estafa, por la cual el Estado podría, por un bajo costo, sacarse de encima a los empleados de planta permanente.

La resolución establece que quienes tomen el retiro podrían continuar con la cobertura de IOMA por dos años, pero impide que puedan retomar una relación laboral con el Estado por 5 años. Y ofrece cínicamente un curso del Instituto Provincial de Administración Pública -donde en diciembre último también hubo despidos- para reinsertar a los trabajadores en el área privada.

 

De acuerdo al Diario El Día (28/5), el gobierno pretende sacarse encima a 12.000 trabajadores mediante los retiros. Con este fin, los funcionarios vienen presionando a través del hostigamiento hacia los trabajadores, que va de la mano con los controles biométricos, el presentismo y el cuento de la “meritocracia” -mientras los edificios se caen a pedazos y no existen condiciones elementales de trabajo.

 

Se trata de un nuevo eslabón en la cadena de ajustes de Vidal: paritaria de hambre del 15% en cuotas, cerrada con los gremios cegetistas del Estado, con la introducción de cláusulas de presentismo que viola todos los derechos que tenemos por ley los estatales –por ejemplo, el de tomarnos una carpeta médica sin pérdida salarial-; cierres y fusiones de reparticiones, despidos de los trabajadores precarizados o congelamiento de las plantas. Días atrás fueron despedidas cinco trabajadoras de la línea 144, de atención a mujeres en situación de violencia de género.

 

Este ajuste no sería posible sin la complicidad a fondo de la burocracia sindical de UPCN y FEGEPBA (CGT); por su parte, la conducción Verde de ATE ha llevado adelante medidas de fuerza aisladas que no han tenido continuidad.

Desde Tribuna Estatal -Lista Naranja venimos denunciando que la punta de lanza del ajuste de Vidal pasará por la avanzada en el Estado.

 

La respuesta al plan de guerra del Macri Vidal y el FMI debe ser con un paro activo nacional y para eso es necesario que haya asambleas en cada lugar de trabajo y que se convoque un congreso de la CTA y de la CGT que vote un enorme plan de lucha para derrotar el plan del gobierno hambreador.