En Tandil avanza el movimiento de solidaridad con la lucha de los metalúrgicos de Inpopar, que pelean por la inmediata reapertura de la fábrica. Ahora son las mujeres las que han tomado la iniciativa de organizar un gran festival como parte de esta lucha. Los trabajadores constituyeron la Cooperativa Inpopar para pelear por la continuidad de los puestos de trabajo. La Justicia, sin embargo, les sigue negando a los trabajadores el ingreso a la planta.

Detrás de la quiebra hay varias maniobras. En primer lugar, se considera “acreedores privilegiados” a los bancos (el Citibank y el Banco Provincia) habilitando la subasta judicial de bienes y el vaciamiento de la planta. Segundo, la justicia le da a estos bancos el derecho a veto contra la oferta de los compañeros de la Cooperativa, que plantean reabrir la planta en base a las partidas de producción pendientes, comenzando ya la fabricación de calefactores para la empresa Carrier.

Por un lado, la empresa cierra y se declara en quiebra para no pagar los créditos. Por el otro, el Citibank exige como condición para “viabilizar” la continuidad productiva de Inpopar que la Cooperativa obrera se ponga al día con la deuda bancaria de la patronal. Sobre estas variantes trabaja la burocracia del sindicato metalúrgico, que se opone al reclamo de expropiación y gestión obrera de Inpopar.

¡Los únicos acreedores privilegiados deben ser los trabajadores que formaron la Cooperativa! No hay salida bajo la batuta del Citibank. Para mantener los puestos de trabajo hay que ocupar Inpopar, movilizarse por la expropiación y reapertura inmediata de la fábrica para ponerla a funcionar bajo gestión obrera.

El Partido Obrero milita por hacer de la reapertura y expropiación de Inpopar una causa de todo el pueblo tandilense