Sindicales

22/2/2001|697

Acabemos con las amenazas de despidos

El Sepi ha vuelto a la carga con sus amenazas de despidos. Según ha trascendido por informaciones periodísticas y gremiales, se ha lanzado a ejercer una gran presión sobre los tres gremios (Apta, APA y AAA) que no aceptaron el Plan Director. El Sepi plantea que “sólo se salva a Aerolíneas si se consensúa en la aplicación del plan con todos los gremios”.


Una vez más se trata de una maniobra tendiente a desguazar la empresa como antesala de su liquidación definitiva. Veamos por qué:


1. Plantean tener posibilidades de tercerizar, es decir vender partes de la empresa a sectores privados. Para ello colocan como condición para hacerla vendible que se sanee, es decir, que se reduzca personal.


2. Cerrar escalas con el argumento de que no son rentables, o hacer convenios con otras empresas en relación a esas escalas, cosa que ya está en marcha.


3. Abren la lista de despidos voluntarios, especulando con el destino de los compañeros, y ante la constatación de que no hay voluntad de retirarse, ahora aprietan a los jefes para que apuren y liberen las listas.


Todos estos puntos persiguen disminuir la fuerza laboral para imponer un nuevo convenio flexibilizado, rebajar los salarios e ir llevando en forma gradual la definitiva liquidación de Aerolíneas.


Defender los puestos de trabajo es defender a Aerolíneas.


Los trabajadores de Aerolíneas y Austral ya sabemos cómo se enfrenta esta política: ganando las calles por miles. Planteando que cada pase de mano entre patronales privadas ha sido una causal más de endeudamiento de la empresa (en el último año en manos del Sepi, es de 30 millones por mes). Que es necesaria la reestatización bajo control de los trabajadores, que somos los únicos que mantenemos en pie a la empresa.


Este programa supera los límites del planteo de Apta, AAA y APA de mantenerse buscando interlocutores permeables dentro del gobierno en los ámbitos parlamentarios. El gobierno de la Alianza ha venido a continuar la obra de privatización del menemismo. Lo ratifica en la renegociación de los contratos ferroviarios y en lo actuado hasta ahora con Aerolíneas.


Por otro lado tenemos las enseñanzas de los fraternales ferroviarios que con el corte de vías lograron un convenio que reduce la jornada laboral, permitiendo la contratación de casi 100 nuevos maquinistas y un aumento de sueldos.


Esto muestra que el camino tampoco pasa por formar comisiones de notables sino que los trabajadores de todos los sectores y gremios debemos intervenir, deliberar y resolver un plan de lucha para defender los puestos de trabajo y reclamar contra la reducción salarial y el desmantelamiento de la empresa.


Para ello se plantea: urgente plenario conjunto de todos los delegados de los gremios para resolver ganar nuevamente las calles.