Trabajadores despedidos de ALBA han comenzado un acampe en la puerta de la planta para reclamar su reincorporación. La medida se suma al plan de lucha que vienen desarrollando contra los despidos y retiros forzados de 30 compañeros desde el mes de abril, que incluyó un corte de acceso en el portón de entrada, un importante acto con trecientas personas y una audiencia pública en el Congreso, entre otras medidas.

En su lucha contra la ofensiva patronal, la multinacional Akzonobel, los despedidos se organizaron junto a los delegados de la fábrica y se esforzaron por ganar el apoyo de sus compañeros, con volanteos en la planta, donde existe el temor por nuevos recortes de personal y ataques al convenio colectivo.

En su comunicado desde el acampe, los trabajadores despedidos denuncian que “la empresa ha obtenido ganancias fabulosas en los últimos ejercicios. Es claro entonces que los despidos forman parte de un plan de ajuste que ya comenzó e incluye desconocimiento del Convenio Colectivo, tercerizaciones, flexibilidad laboral, aumento infernal de ritmos de trabajo. Es la aplicación de hecho de la reforma laboral por medios que rayan con lo ilegal”.

También cuestionan a la comisión directiva del sindicato de la pintura (UPFPARA), que aisló el conflicto y ni siquiera se hizo presente en ALBA. Los trabajadores en lucha han definido un plan de difusión para llegar a todo el gremio y para buscar la solidaridad del movimiento obrero en lucha.

Una delegación del Partido Obrero de Tigre se hizo presente desde el inicio del acampe para manifestar su apoyo a la medida. Sigue la lucha hasta ganar, porque como dicen los compañeros “¡en ALBA no sobra nadie!”.