El accidente producido por la detención de una escalera mecánica en Once, que dejó varios heridos, es parte de la negligencia general de Metrovías y Sbase en materia de seguridad y mantenimiento.

Las innumerables escaleras y ascensores que no funcionan constituyen un desprecio por los pasajeros y en particular por las personas con discapacidades, mientras que la montaña de denuncias de los trabajadores y organizaciones de usuarios caen en saco roto.

Son hechos inseparables de graves falencias de seguridad como las muertes por incumplimiento de protocolos de seguridad en trabajo con alta tensión, la circulación de trenes con sustancias cancerígenas o la falta del mantenimiento necesario en material rodante. Los trabajadores vienen alertando sobre la posibilidad de un siniestro de grandes proporciones en el subte.

La Agrupación Naranja del Subte publicó un llamado al cuerpo de delegados, a los organismos de control y a la Legislatura a intervenir enérgicamente hasta suprimir todos los factores de riesgo. Y a constituir en la AGTSyP comisiones obreras de seguridad e higiene con potestad de interrumpir tareas riesgosas