El miércoles 10, alrededor de ochocientos compañeros confluyeron frente al edificio municipal en solidaridad con la lucha de los trabajadores gráficos de Interpack.

Estaban los gráficos, el Futrade, el Movimiento de Trabajadores Desocupados y la Coordinadora de Unidad Barrial, que se encuentran desde hace dos semanas acampando en la plaza de San Justo en defensa de sus planes de empleo; una delegación de Mijp, dirigentes de ATE, de la Lista Gris Metalúrgica, una delegación de la Lista Naranja Gráfica encabezada por Néstor Pitrola y la Comisión Interna de Quebecor, el CeProDH, y una numerosa columna del Suteba que marchó desde la rotonda de Ruta 3 y Camino de Cintura.

Roberto García, secretario gremial de Suteba, destacó “la hermandad definitiva del Suteba con la clase obrera industrial y los desocupados” y definió al conflicto de Interpack como un caso “testigo” en el distrito.

Dante Alfaro, delegado de la escuela 168 de Ciudad Evita (en la que hace días un niño hirió a otro de un balazo), rechazó el intento de “criminalizar” a la juventud y exigió que “a la cárcel vayan las mafias policiales que reparten armas”.

José Villalba, del Futrade, fustigó la completa indiferencia del “Comité de Crisis” de La Matanza, presidido por el intendente Balestrini. Celso Fernández, de la Comisión Interna de Philco, denunció el pago en patacones a los metalúrgicos.

Miguel Bravetti, de la Comisión Interna de Interpack, llamó a las organizaciones presentes a impulsar un congreso de bases del movimiento obrero matancero.

Cerró el acto Gustavo López, secretario general del Suteba, quien describió el cuadro ruinoso en que se encuentran las escuelas del distrito y exigió a los gobiernos provincial y nacional que cumplan con las obras comprometidas en el corte de la Ruta 3, incluyendo el hospital del km 32. Repudió la decisión de transferir las escuelas y hospitales a los municipios y reclamó la entrega de becas y el mantenimiento de los comedores escolares.

Hizo referencia, además, al estado de colapso del Ioma (recientemente falleció una compañera docente por falta de atención) a causa del saqueo de que son objeto sus cajas por parte de los gobiernos de turno.

Criticó el plan de lucha “trucho” de Yaski: “No queremos un paro de 72 horas para convalidar el ajuste”.

La movilización, que tuvo amplia repercusión en los medios zonales, constituye un alto escalón en la unidad del movimiento obrero de La Matanza.