Hugo Curto, intendente de Tres de Febrero, miembro del secretariado de la UOM y futuro secretario general del PJ de la provincia de Buenos Aires, presenta el acuerdo que firmó en Peugeot como una victoria dentro de la crisis, porque preserva los puestos de trabajo hasta febrero y porque “el impacto (para abajo) que sienten en sus salarios los trabajadores es mínimo” (InfoBae, 25/11). Pero este acuerdo determina suspensiones rotativas entre los 6.000 trabajadores de la planta, que cobrarán el 65% del salario por las “horas caídas”; o sea, no trabajadas.

Lo que no se dice

El acuerdo según el cual un trabajador en lugar de ocho horas trabaja seis y por las dos horas restantes cobra el 65% por las horas “caídas”, rige sólo por un breve período. Desde el 15 de diciembre hasta el 5 de enero habrá suspensiones colectivas por las que se le pagará al conjunto de los trabajadores el 65% de su salario, es decir mucho menos que el acuerdo anunciado. El salario de PSA está por detrás de toda la industria automotriz (poco más de la mitad de un trabajador de VW en la misma función). En números, un operario con antigüedad promedio pasará a cobrar entre 850 y 950 pesos por quincena, la tercera parte de la canasta familiar.

Dos, la empresa cerraría sus puertas por “parada técnica” en febrero o antes, manteniendo esta rebaja del 35% del salario para todos sus trabajadores.

Tres. Antes de este acuerdo PSA ya efectuó una “limpieza” brutal, porque antes que cualquier otra empresa, el 1º de noviembre, echó a 500 trabajadores de las contratistas y un número indeterminado de compañeros efectivos sin que la burocracia hiciese un gesto.

Cuatro. No está claro que el acuerdo rija para las contratistas, que ocupan unos 1.500 trabajadores de los 6.000 totales, lo que explicaría los rumores de despidos a partir de la “vuelta” del 5 de enero.

Por el clima de intimidación y el temor a ser parte de la lista de despidos futuros, los trabajadores repudian el acuerdo; por ahora, por lo bajo.