El paro de 48 horas de Adiunt se cumplió con un importante acatamiento (promedio del 65%) pese a los aprietes y amenazas de las autoridades. Se trataba de un paro de advertencia, ante el incumplimiento de algunos puntos de los acuerdos arrancados en agosto.

El paro logró poner un límite a la política de provocaciones y dilaciones de parte del Rectorado, y logró evitar el aislamiento al que querían someterlo. También paró Gdiunt (de la federación docente universitaria oficialista) con reclamos similares, y el gremio no docente salió públicamente a exigir un adicional de 500 pesos para todas las categorías, un reclamo que ha nacido como onda expansiva del adicional conquistado por los docentes.

El escenario les mostró a las autoridades que el horno no estaba para bollos.

Desde el momento del anuncio del paro, tuvieron lugar dos mesas “paritarias” en las que fueron apareciendo algunas soluciones: el pago del adicional de 1.000 pesos a todas las docentes que estaban con licencia por maternidad y la postergación del aumento de la cuota de la obra social a los docentes de menores salarios.

En relación al pago del adicional de 1.000 pesos a los auxiliares estudiantiles, las autoridades fracasaron en su estrategia de no incluirlos. El Consejo Superior resolvió que se les pague, aunque condicionado a la existencia de fondos. Las autoridades harán una propuesta de pago proporcional a la cantidad de horas que una próxima asamblea de Adiunt deberá considerar.

Sobre otro de los puntos de conflicto, relativo al reclamo de desmantelamiento de la patota del Rectorado, respondieron que están elaborando un “protocolo” de funcionamiento del personal de seguridad. Adiunt denunció que no se ha tomado ninguna medida contra los que reprimieron a los estudiantes y las autoridades dijeron que iban a presentar un informe en la próxima reunión paritaria con la presencia del responsable de esa área.

Respecto a Carrera Docente y Ciudadanía de los preuniversitarios, las autoridades insisten en que serían temas prioritarios de la Asamblea Universitaria convocada para el 30 de octubre, pero que no pueden “formalizar eso por escrito”. Se comprometieron, sí, a que el Consejo Superior fije un temario y a realizar una jornada con todos los consejeros directivos que integran la Asamblea Universitaria, para que Adiunt explique su posición sobre esos puntos

El paro, que tuvo también una concentración en el Rectorado, ha demostrado que las reservas combativas se mantienen en pie, dispuestas a no permitir que los reclamos arrancados con la huelga general sean birlados por las autoridades.

Las dos grandes tareas ahora consisten en movilizar todas las fuerzas posibles para que la Asamblea Universitaria vote efectivamente los reclamos docentes (Carrera docente, reconocimiento al Convenio Colectivo de Trabajo, Ciudadanía a los docentes preuniversitarios) y recuperar Adiunt, con una lista de frente único de todo el activismo combativo de esta huelga histórica.