En el día de ayer, martes 5, el presidente de Aerolíneas Argentinas Pablo Cariani envió una carta a los trabajadores de la empresa donde hace hincapié en la difícil situación que atraviesa la industria aeronáutica y anuncia que tomarán medidas en los próximos meses, aunque sin detallar cuáles serían.

Recordemos que la primera carta dirigida a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, en el inicio de la pandemia, fue el punto de partida para un ataque estratégico a las condiciones laborales en el sector: suspensiones, despidos, fusión precarizadora de Aerolíneas Argentinas-Austral y modificación regresiva de los convenios colectivos y los reglamentos de trabajo para las tripulaciones.

En relación al salario, a diferencia de otras aerolíneas del mundo que aplicaron rebajas salariales nominales, acá la reducción vino de la mano de la inflación y rubros que se dejaron de cobrar. Las paritarias pendientes que dejó el macrismo se cerraron sin aumento. Desde que la gestión asumió en la empresa sólo dieron un aumento del 25%, cuando la inflación superó 50%. La rebaja salarial de los últimos años no tiene precedentes en la historia del sector.

Las conducciones de los sindicatos (APA, Apla, Apta, AAA, Upsa) han sido partícipes del plan de ajuste, firmando las acuerdos paritarios y las modificaciones de los convenios colectivos. Ante semejante ofensiva patronal, no han convocado a un solo paro o asamblea general. La única caravana que realizaron el año pasado fue para jugar al interior de una interna del gobierno.

La carta de Ceriani es el anuncio de una segunda ola de ajuste. Allí se habla de un “contexto complicado para todos los argentinos y argentinas”, cuando todos sabemos que para todos no fue igual, ya que mientras ciertos grupos económicos (bancos, Molinos, Arcor, Ledesma, etc.) amasaron fortunas en el medio de la pandemia, millones de trabajadores cayeron por debajo de la línea de pobreza.

En lugar de transmitir seguridad al personal de Aerolíneas diciendo que el Estado saldrá a respaldar los salarios atacando las gigantescas ganancias del capital concentrado financiero, agrario, farmacéutico e industrial, habla de una “tormenta, cuya impacto final desconocemos”, con el objetivo de sembrar terror para que los compañeros no se movilicen.

Los sindicatos aeronáuticos deberían pronunciarse contra este ataque y poner al gremio de pie para enfrentar la segunda ola de ajuste. Llamamos a todos los trabajadores de Aerolíneas Argentinas a reunirse en asambleas sectoriales que saquen pronunciamientos por un plan de lucha en defensa del salario y las condiciones laborales.