Sindicales

2/5/1996|492

Aerolíneas Argentinas: en el camino del pacto Fiat-Smata

“Este año nos llegó la reducción de aportes. Nos favorece porque el elemento humano es un costo clave en una compañía de servicios. Pero no es suficiente para compensar las rigideces de la legislación laboral como antiguas cláusulas de los convenios” (Clarín, 17/3/96).


Estas declaraciones, pertenecientes al presidente de Aerolíneas Argentinas, Manuel Morán, muestran que esta empresa está metida de cabeza en la tendencia desreguladora del pacto Fiat-Smata.


En agosto se concretará el cambio de dueños de AA. Esta y LADECO han sido compradas por la sociedad Andes Holding, en la que participan Teneo y Bankers Trust y Merrill Lynch. Es así que, utilizando como pretexto el cambio de patronal, quieren liquidar el convenio colectivo.


Desde su privatización se ha ido imponiendo a los trabajadores una política de flexibilidad laboral. Esto es claro con respecto a los técnicos aeronáuticos, donde las actas-acuerdos firmadas con el gremio (APTA) establecieron la eliminación de categorías, la pérdida de los premios por temporada alta, la reducción de personal producto de los despidos (retiros voluntarios), el aumento de los ritmos de trabajo y la polifuncionalidad. Ahora, intentan borrar definitivamente las “antiguas cláusulas del convenio” que aún rigen y que según Morán serían las causantes de la crisis de AA.


Pero la ‘crisis’ de AA no es por la vigencia del convenio y los ‘altos’ costos laborales (recordemos que el aumento de la productividad de los últimos años no significó aumento de salarios). Lo que ha hundido a AA son los altísimos costos patronales, producto del inmenso negociado que significó la privatización y la gestión de Iberia. Detrás de todo el palabrerío de Morán se esconde la sistemática pretensión de la patronal de disminuir los salarios para aumentar las ganancias. A esto se resume el problema.


Los nuevos dueños de AA, como en su momento lo hizo Iberia, pretenderán presentar la ‘crisis’ de la empresa para pedir nuevos ‘sacrificios’ a los trabajadores. Y los nuevos sacrificios no son otros que la eliminación del convenio y la desregulación total.


En base a esta perspectiva debe abrirse el debate entre los delegados y el conjunto de los trabajadores de AA.


La defensa del convenio debe transformarse en la consigna central. Que la crisis de AA no la sigan pagando los trabajadores, sino sus responsables.