Sindicales

19/1/2012|1209

Aeronáuticos: El 'ajuste' de La Cámpora no da tregua

Reclamemos asamblea general

Desde que el gobierno y La Cámpora decidieron atacar a los sindicatos aeronáuticos, todas las burocracias se fueron al fueron al mazo. El caso más patético fue el de Llano (APA): como un gerente, recorrió los medios para defender las "virtudes" de la gestión camporista. Las direcciones de Apla (Pérez Tamayo) y la AAA (Frecia) aceptaron sin chistar los cambios en la modalidad de trabajo de pilotos y tripulaciones.


Los técnicos


Apta, el sindicato de los técnicos, permitió que pasaran sin respuesta el lock-out de los vuelos internacionales, las acciones legales contra su personería gremial y la remilitarización de los controladores, muchos de lo cuales han sido desplazados de sus funciones. Se ha impuesto una verdadera dictadura en las torres de control.


La patronal y el gobierno aprovechan la inacción de Cirielli - quien se ha limitado a dar entrevistas- para seguir apretando. A los controladores se los obliga a justificar por escrito cualquier retraso en los vuelos.


En Aerolíneas, La Cámpora logró la desafiliación de jefes en líneas y hangares de Ezeiza -bajo amenaza de despido- y reemplazó a algunos por otros con órdenes de "ajustar". Los jefes pertenecían a Apta desde la gran lucha contra Iberia, en la que se desafiliaron de Upsa, sindicato de jerárquicos con una dirección carnera. Desde entonces, los técnicos tienen el control sobre los lugares de trabajo, preparando los listados en los que se asignan funciones (rubros). El intento de los nuevos jefes por desconocerlos fue frenado por la reacción de los trabajadores. Se tomaron medidas indirectas para avanzar con el despacho centralizado, una medida flexibilizadora que se aplicó durante la privatización y fue derrotada con la lucha.


¿Por qué no una asamblea general?


La asamblea general de los técnicos tiene tradición en el pasado. Pero sólo después de que un conjunto de compañeros se acercó al gremio para reclamarla, Cirielli, el secretario general, comenzó con reuniones por sector para explicar que sólo se pueden realizar acciones legales, y que incluso una asamblea pondría en riesgo la personería gremial. Esta cagonería frente al poder del Estado para poner y sacar personerías está en el ADN de la burocracia sindical, en todas sus alas. Pero ¿tiene condiciones el gobierno kirchnerista para aplicar una medida propia de la Libertadora?


Cabe preguntarse ¿para qué sirve la personería si el sindicato no puede actuar en defensa de sus afiliados y los trabajadores ni siquiera pueden deliberar en una asamblea?


Cirielli sigue integrando una central que entregó la paritaria de Uatre al laudo ministerial, el cual le rebajó 11 puntos a lo acordado por Venegas con la patronal agraria La foto con Moyano es un gesto que no detiene la ofensiva de Recalde y Cristina, como no la parará Moyano tampoco sin un plan de lucha de la CGT contra todo el ajuste.


El único paso concreto de Cirielli ha sido reorganizar la agrupación Moresi, la que en un comunicado lo apoya incondicionalmente y amenaza "impedir enérgicamente el accionar de infiltrados que buscan dividir Apta", avisando que "ningún Judas dentro de Apta dejará de recibir su justo castigo". Un despropósito que tiene como objetivo intimidar al activismo que comienza a moverse.


La patronal camporista viene a aplicar el ajuste. Por eso apoyamos las iniciativas que se han tomado para obtener las firmas necesarias según nuestro estatuto para que la asamblea, finalmente, sea convocada.


Que se abran los libros contables a una comisión electa por los trabajadores.


¡Fuera las manos del Estado de Apta!


¡No a la militarización de los controladores aéreos!


¡No al despacho centralizado!


Asamblea general.