Sindicales

14/6/2012|1226

AGD-UBA: movida “magistral” de un sindicato clasista contra 600 cesantías

La AGD reunió mil personas, al menos la mitad docentes y el resto estudiantes, contra las cesantías en la UBA por jubilaciones adelantadas. La "clase magistral", como llamaron a esta acción de lucha, fue la coronación de una formidable campaña previa que reunió 2.500 firmas publicadas en una solicitada en Página/12, una vasta campaña de afiches, reuniones y asambleas. Como en otros casos, en unidad con la Fuba.


La AGD ya había logrado, mediante un movimiento de lucha previo, la prórroga de la resolución hasta el 31 de julio, es decir hasta el segundo cuatrimestre. Pero como buen sindicato clasista, no se dio por cumplido con el logro provisional, sino que tomó el período de extensión como un campo para desarrollar el movimiento.


La presencia masiva de docentes en la clase magistral puede estar insinuando -como lo sugirió en sus palabras el secretario general, Santiago Gándara-, una tendencia huelguística en la docencia de la UBA, como no se advierte desde la huelga general de 2005 por el salario y los ad honorem.


La AGD ha preparado "magistralmente" a la masa docente para ello, organizando a los supuestos "jubilables", cualquiera fuera su posición política, y transformando a la cuestión en una bandera del conjunto. Lo hizo a partir de su independencia política de un rectorado que expresa la rosca entre los radicales, los K y el PRO. Ese pacto, con respaldo del gobierno nacional kirchnerista, lleva adelante las leyes de educación noventistas e implementa el ajuste en los salarios y el presupuesto universitario, canjeando, como lo denunció sistemáticamente la AGD, "deuda externa por educación pública".


La dirección de AGD se apoyó en Eduardo Grüner y los intelectuales de izquierda, pero extendió el movimiento a intelectuales de Carta Abierta y de Plataforma 12. Es decir que mostró la importancia que tiene para la docencia (como para toda la clase obrera) contar con una herramienta sindical independiente del Rectorado (la patronal) y del poder político. Algo que se hace y se hizo más patente durante los gobiernos de De la Rúa-Chacho Alvarez y del kirchnerismo por su mayor capacidad de cooptación de organizaciones sindicales y populares.


Estando al frente de esta lucha, de la resistencia a la persecución antisindical en el Ricardo Rojas, de la denuncia de la entrega de la paritaria a la baja por parte de Aduba y Feduba, como antes de la defensa de la carrera docente en el Pelle, en la permanente lucha por la efectivización de los ad honorem y otras variantes de precarización laboral de la universidad, la actual dirección está transformando a la AGD en un sindicato de masas, que ya tiene cuatro mil afiliados y puede ir por muchos más.


Recordemos que el sindicalismo burocrático de cooptación de Aduba (CGT) y Feduba (CTA Yasky) firmó las cuotas salariales de 10 por ciento cada una, que Cristina Kirchner impusiera en toda la administración pública a través de Andrés Rodríguez y de Yasky, y ante la impotencia crónica del dividido ATE y la CTA Micheli -que no jugó siquiera su resto para llevar la huelga general del Inti a la victoria, algo que consiguieron los trabajadores sobre sus propios hombros.


La AGD, con simple inscripción, se va prefigurando como un sindicato de punta del clasismo, en particular en la CTA, construido como está sobre los cuerpos de delegados de facultad, la soberanía de la asamblea y la más rigurosa práctica de la democracia sindical, constituyendo todos sus órganos por sistema proporcional, contra los preceptos de la ley sindical de la burocracia, por cuya derogación lucha definidamente. AGD ha bregado sistemáticamente por congresos de bases con mandato de asambleas como método para sacar el movimiento sindical adelante.


Sobre estas bases, la Agrupación Naranja (PO e independientes) ha crecido, con listas o candidatos en diez de las once unidades académicas y lidera un frente de la izquierda sindical universitaria con Protagonismo (PCR, con delegados en dos unidades académicas) para junta ejecutiva y, además, con IS y PTS a nivel de comisiones de facultad.


La lista de oposición a este frente agrupa a sectores autonomistas antipartido encabezados por la Violeta de Filo, una agrupación que se hizo fuerte en esa facultad con el apoyo indisimulado de las cátedras que domina el decano K, Trinchero, integrante de una de las patas políticas que sostiene el actual Rectorado de la UBA. A ese frente se sumó La Mella -de poca influencia docente. Los chavistas de La Mella actúan en abierta contradicción con su política en la Fuba, donde van aliados a la izquierda ante el peligro de que la derecha recupere la federación. Ante la dirección clasista que fundó y construyó AGD, en vez de sumarse para reforzar el sindicato independiente, actúan como furgón de cola de sectores ligados a las gestiones K. El caballito de batalla de toda la lista es el macartismo, a partir de la construcción de un ‘relato' por el cual el ‘aparato' del PO habría copado el sindicato, algo que cayó muy mal entre la docencia, puesto que los métodos democráticos de la AGD son un patrimonio público para propios y extraños. Carentes de eje y de programa han llegado al extremo inmoral de acusar fraude de padrones, apoyados en la movilidad, la precariedad, la contratación intermitente, los ad honorem y hasta las jubilaciones forzosas pretendiendo borrar afiliados a partir de tardíos e imprecisos listados de los decanatos. Esta política sucia y macartista encubre un intento indirecto de cooptación o esterilización del sindicato que, día a día, se levanta en la UBA como una herramienta de lucha. Los grupos mencionados, ante los paros de la Conadu H, actúan a la retranca, jamás como los mejores organizadores, único camino para siquiera discutir el rumbo de esta pujante organización de la docencia.


El frente clasista de los compañeros de la Naranja apuesta a una votación de masas, que refuerce la lucha en curso. Embarrar la cancha creando desconfianza, tiende a reducir el voto, debilitando al sindicato y a su lucha en curso.


A partir del 11 de junio hasta el 15, apoyemos con todo votando Unidad Docente, el nombre del frente que lidera la Agrupación Naranja.