Sindicales

7/12/2021

Ajustazo jubilatorio: disminuye la cantidad de jubilados y caen los haberes

El sistema de seguridad social suma menos jubilados y beneficiarios de pensiones contributivas que en 2017.

Según informes de la Anses el sistema de seguridad social suma menos jubilados y beneficiarios de pensiones contributivas que en 2017 (Infobae, 6/12). Mientras los haberes se derrumban, cualquiera sea el parámetro para medirlos, surge la evidencia de una clara tendencia regresiva en la cobertura previsional de los trabajadores en nuestro país.

Al cierre de junio del 2021, dentro del Sipa (Sistema Integrado Previsional Argentino) había 5.618.873 beneficiarios, mientras que el registro promedio de 2020 era de 5.699.574 registrados, o sea una merma de 80.701, o 1,4%, mientras que respecto de los datos de 2019 esta merma fue de 108.371, o 1,9%.

Sumando los pensionados con aportes tenemos que en enero del 2020 había 6.936.227 de perceptores, que se reducen a 6.823.435 en junio 2021, con una caída de 112.792, o 1,6%. Una cantidad menor a la que había en 2017, que sumaban entonces 6.892.552.

Durante la pandemia la Anses suspendió sus funciones presenciales, que continuaron bajo la modalidad virtual y en 2020 se iniciaron 100.000 trámites jubilatorios, la mitad del promedio anual hasta entonces (200.000) durante los cinco años previos a la pandemia, según informa la abogada especialista en derecho previsional Andrea Falcone, quien afirma que la caída enorme en la cantidad de trámites estuvo determinada por el cierre de la Anses más que por la cantidad de adultos mayores fallecidos por el Covid.

En nuestro país se produjeron 116.000 fallecimientos de los cuales el 80% eran mayores de 60 años, con el siguiente desagregado: 30 % mayores de 80 años, 27% entre 70 y 79 años y 22% entre 60 y 69 años.

Se desprenden de acá que de haberse mantenido el número de trámites jubilatorios no hubiera caído la cantidad de beneficiarios, pese a las muertes por la pandemia.

Pero tenemos además que desde 2020 el aumento de las pensiones no contributivas fue del 5,8% desde 1.601.405 en enero 2020 a 1.694.818 en junio del 2021, entre éstas las Puam (Pensión Universal para el Adulto Mayor) crecieron un 27% desde las 162.294 en enero del 2020 a las 206.263 en junio del 2021.

Mientras tanto la masa de haberes de los jubilados sufrió una enorme poda provocada por los aumentos por decreto de Fernández y la nueva fórmula de movilidad que en moneda constante y desestacionalizada significó un ajuste de $234.000 millones entre 2019 y 2021 y sumados al período del macrismo se tradujeron en cuatro años de caída constante en el poder adquisitivo de estos haberes (Infonews).

El aumento del 12.11% de diciembre, que llevará el haber mínimo a $29.000 y la Puam a $23.000, cuando el valor de la Canasta Básica para Adultos Mayores se calcula en $75.000, no solo no modifica esta caída sino que la confirma.

El carácter brutal de este ajuste no solo afecta a los actuales jubilados y pensionados, sino que como lo muestran los propios datos de la Anses, ponen en evidencia una gravísima tendencia decreciente en nuevos beneficiarios, que tenderá a acentuarse por la magnitud enorme del trabajo no registrado o en negro que plantea ya la imposibilidad de poder obtener el beneficio previsional a unos 2 millones de adultos mayores, mujeres y hombres en los próximos cinco años y que aún contando con aportes no podrán llegar a totalizar los requisitos que plantea la ley (30 años de aportes) y que no tendrán posibilidad de apelar a ninguna moratoria. De este universo solo una ínfima minoría podrá obtener tal beneficio, como fue el caso de las 53.000 mujeres que obtuvieron su jubilación al considerarse su período de maternidad y lactancia como años de aportes. El resto estarán condenados a la Puam, que tampoco es universal ni automática, ya que para obtener esta miserable pensión a la vejez hay que someterse a un estudio socioambiental que puede vetar tal beneficio.

En cuanto a los haberes no solo tendremos una caída a niveles paupérrimos de los mismos, como ya está sucediendo, sino un achatamiento de la escala de haberes hacia abajo por los nuevos cálculos en el haber de transición, que quedarán cada vez más alejados del salario que tenía el trabajador en su período de actividad.

Todo esto pone en vigencia más que nunca que el haber del beneficio previsional, beneficio que es un derecho inalienable de las y los trabajadores, debe ser del 82% del salario en actividad.

Para poder revertir esta gravísima situación, las y los jubilados tenemos que sumarnos masivamente con nuestras propias banderas el 11 de diciembre, a la gran movilización contra el pacto del gobierno y la oposición patronal con el FMI, convocada por el Frente de Izquierda Unidad y la multitud de organizaciones populares que ya se sumaron a esta convocatoria de lucha y que se dirigirá a Plaza de Mayo.

Vamos por 82% móvil del salario del trabajador en actividad, haber mínimo de $75.000, moratoria irrestricta y universal, plenos derechos jubilatorios para las Puam, pensiones no contributivas y rentas vitalicias, devolución de todas las quitas sufridas, restitución de los aportes patronales reducidos desde el menemismo, no al pacto con el FMI.