Sindicales

5/6/2020

Al menos 124 casos de coronavirus en supermercados, silenciados por los medios

Mientras los medios masivos de comunicación abundan en todo tipo de noticias sobre el coronavirus en el país y en el mundo, no aparecen notas sobre la escalada de contagios que se están desarrollando en los supermercados. Con picos de 11 casos en la sucursal 215 de Carrefour (Scalabrini Ortiz 3128, en el barrio porteño de Palermo) y de 10 en la tienda 35 de Disco (Uriburu 1230, barrio de Recoleta), decenas de supermercados se están transformando en un foco importante de contagio.


La información sería de extrema importancia no solo para los trabajadores sino también para el público, que naturalmente desistiría de aprovisionarse en esas sucursales. Pero evidentemente prevalece el interés capitalista de las patronales de prensa de no perder a sus principales clientes en materia de pauta publicitaria (como recuerda aquel conflicto entre el kirchnerismo y la prensa burguesa opositora, donde el primero quiso doblegarlos mediante la prohibición de la publicidad de supermercados en los medios impresos).


Se conocen al menos 124 casos, aunque la estadística es limitada porque el Sindicato de Comercio y las empresas, con el soporte del gobierno y la prensa, los esconden y aprietan a los trabajadores. Tampoco hay registro de cuántos clientes se han contagiado en estos focos epidemiológicos.


Esta “invisibilización” ha sido denunciada por los delegados opositores a la conducción burocrática de Armando Cavalieri. En una carta a Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, señalan que “los trabajadores de supermercados estamos necesitando que se acerquen a las distintas sucursales de diferentes empresas; se está propagando cada vez más el contagio en los trabajadores, no sale en ningún medio de comunicación”. Y advierte que es esa jugosa pauta publicitaria la que está en la causa de esto, blindando a la chilena Cencosud (Disco, Vea, Jumbo), la francesa Carrefour o la argentina Coto, entre otras cadenas.


Evidentemente la “pauta” llega a quienes recibieron esta carta alertando la situación, porque los mandatarios no han hecho alusión a la situación en ningún momento, y los trabajadores denuncian la falta de control estatal frente a la no implementación de protocolos. Cuando piden que se acerquen, están reclamando que aparezcan los inspectores estatales. “Ya no controlan los precios, mucho menos las condiciones laborales”, denuncian los trabajadores.



Control de los trabajadores para defender la salud de trabajadores y el público


Las denuncias son más graves aún. En supermercados como Vital, los trabajadores desconocen incluso si existe un protocolo. Y en el caso de Disco, la patronal se niega a cerrar las tiendas que dan positivo, trayendo a otros empleados a cubrir o rotando a los empleados de la sucursal -una especie de “antiprotocolo”, que busca garantizar no perder ni un peso de la facturación extraordinaria que están teniendo. Incluso, cuando se llega a cerrar alguna sucursal, generalmente no informan que es por casos positivos sino por “reparaciones” o “limpieza”.


En aquellos lugares con delegados independientes o combativos, los trabajadores han logrado imponer una suerte de control obrero del protocolo, así como de la cantidad de clientes por sucursal, distancia entre cajeros, etcétera. Un dato de color es que en el Diarco sede Central, que está en el Mercado Central (donde se denuncian numerosos casos de Covid-19), los trabajadores impusieron el cambio de régimen laboral, trabajando 15 días corridos por mes y 15 de licencia sin afectar el salario -conquistando así su propia versión de la reducción de jornada laboral por insalubridad.


Cavalieri, por su parte, minimizó el impacto en el sector, señalando que “hay algunos casos” y planteando, al mismo tiempo, que muchos de los trabajadores de los supermercados viven en villas miserias. Abre así el paraguas para justificar el brote en los súper, sin reconocer que este existe, responsabilizando a los trabajadores y expiando de esta manera a la patronal y a su sindicato cómplice. Pero es claro que los supermercados se han transformado en focos de contagio, como muestra la presencia de múltiples casos en varias sucursales.


Por lo demás, la declaración de Cavalieri de que muchos empleados de Comercio viven en las villas es una confesión de la miseria salarial que cobran. La paritaria ya está vencida, pero de eso el burócrata no habla; y mientras tanto fogonea la reforma laboral.


La Agrupación Clasista de Comercio plantea un protocolo obrero para aprobar en asamblea y mandatar a los delegados -o elegir comisiones donde no los haya o estén borrados- para tomar el control de la defensa de nuestras vidas y de la población. Planteamos asimismo la reapertura de la paritaria con un salario indexado a la inflación, reducción de jornada y un plus salarial de 20 mil pesos para la rama supermercados, por insalubridad.