Sindicales

27/5/2021

Algodonera Aconcagua: los trabajadores no retroceden

Por el reencuadramiento y el salario.

A pesar de las maniobras constantes de la patronal de la Algodonera Aconcagua (Avellaneda) y de la burocracia del sindicato textil, que pretendió encorsetar el reclamo de los trabajadores mediante un acta entreguista congeniada con la patronal, los mismos decidieron rechazar el pacto y continuar con su reclamo de reencuadramiento convencional y salario, que los ha llevado a tomar medidas de fuerza.

Los trabajadores vienen levantando una serie de reclamos que no son atendidos ni por la patronal ni por la burocracia del sindicato textil. En este escenario, la empresa, deliberadamente, no paga las horas extras al valor correspondiente; las horas nocturnas no las considera como tales, sino como ordinarias; y, a su vez, el avance de la pandemia dejó expuestos, sin protocolos reales, a los trabajadores. En resumidas cuentas, el Covid-19 ha circulado “a piacere”, y quienes contrajeron el virus no reciben su salario con normalidad, siendo incluso presionados para reincorporarse a la actividad laboral lo más rápido posible.

Se ha despedido impunemente a trabajadores tercerizados en situación de aislamiento, a la par que los contactos estrechos no son debidamente aislados, en una clara muestra de absoluta desidia patronal para preservar sus ganancias sin importar a costillas de qué. Todos estos hechos han provocado que los trabajadores cuestionen a la burocracia del sindicato textil, y se hayan replanteado la propia filiación sindical. Luego de extensos debates, decidieron por unanimidad desafiliarse del sindicato textil, que los entregó una y otra vez a la patronal de Aconcagua, al mismo tiempo que concluyeron que el sindicato que les correspondía por su actividad era la Uoyep (Unión de Obreros y Empleados Plásticos); ya que el 80% de los materiales que utilizan a diario en la actividad laboral son plásticos.

El hecho de un nuevo encuadramiento sindical significa una mejora salarial, debido a que las escalas de ese convenio colectivo son superiores al de textiles. Es por esto mismo que la patronal contrata a sus trabajadores bajo el convenio que más le conviene: estos encuadramientos fraudulentos en detrimento del salario son una moneda corriente entre las maniobras que las patronales llevan a cabo para precarizar, con la complicidad de la burocracia sindical y el Estado.

Los trabajadores resuelven en asamblea ir al paro

El zapateo de la empresa sobre los derechos de los trabajadores ha provocado un malestar generalizado. Así fue que, tras concluir en asamblea que los reclamos son completamente justos, se inició un paro que luego de varias jornadas evolucionó en acciones, como un bloqueo de portones y cortes de calle, exigiendo a la empresa una reunión para tratar cada uno de ellos.

Fue así que se logró una audiencia en la Secretaría de Trabajo de Avellaneda, a la que los trabajadores de Aconcagua llevaron su pliego de reivindicaciones y un petitorio para ser pasados al convenio de Plásticos. Ya en la puerta de la misma, fueron impedidos al acceso los tres delegados de Aconcagua y los representantes de Uoyep, manteniéndose una reunión privada entre la patronal, la burocracia textil y los funcionarios del Municipio de Avellaneda.

Como resultado, vio la luz un acta pactada entre la burocracia y la empresa, con la debida participación de una Municipalidad comprometida a fondo con la precarización laboral, que incluso ejerce puertas dentro de su planta laboral, algo que se ha profundizado en todo el mandato del peronista Ferraresi, y ahora es continuado por el actual intendente Alejo Chornobroff. El acta en cuestión es realmente vergonzosa: enterraba cualquier reclamo de los trabajadores a cambio de que la empresa les pague cuatro sábados sin que fueran a trabajar, y pretendían que sea firmada por el conjunto de los obreros. Básicamente, pretendían que los trabajadores vendan sus reclamos por chaucha y palitos.

Este acta entreguista fue rechazada por los trabajadores, quienes luego de la audiencia retomaron sus posiciones en los portones de la fábrica, ratificando su decisión unánime de luchar de manera innegociable por el conjunto de sus reivindicaciones. La patronal comenzó así, una vez más, a amenazar con los despidos, pero se trata a de una señal de impotencia, ya que buscaron nuevamente negociar, elaborando su oferta y aseverando “ya haberles enviado cartas documento” para ultimar a los trabajadores a que dieran una respuesta. Al momento, la decisión es inamovible: la huelga continúa hasta imponer a la patronal la conquista de los reclamos.

Por la victoria de los trabajadores de Aconcagua

Este conflicto obrero se inscribe en un cuadro general y ascendente en el país. La lucha contra toda forma de precarización laboral y por la existencia de protocolos y aislamientos efectivos para prevenir el Covid-19 en los lugares de trabajo está planteada. La pandemia desnudó la absoluta incompatibilidad entre las aspiraciones de los trabajadores y la ambición patronal por defender y maximizar sus ganancias.

A su vez, ha desnudado la completa responsabilidad del Estado, desde el Ministerio de Trabajo nacional hasta sus dependencias provinciales y municipales, en la precarización laboral pergeñada por los patrones, con la absoluta complicidad de todo el arco de la burocracia sindical.

Vamos por el inmediato pase de convenio y el reconocimiento de las horas extras, así como por la implementación de un protocolo obrero contra el Covid-19 que sea resuelto y elaborado por los propios trabajadores, y acatado de manera innegociable por la patronal. Fueron las persistentes acciones de lucha las que consiguieron abrir una negociación con la patronal, que de otra forma solo se limitaba a enviar cartas documento y amedrentar con la policía bonaerense: redoblemos este camino para conquistar los reclamos.

Al momento del cierre de esta nota, los trabajadores deliberan el camino a seguir, siendo rechazada, casi por unanimidad, la última propuesta por parte de la patronal, que incluía algunos adicionales ligados al presentismo y a la productividad, fijando metas prácticamente inalcanzables sin una actualización por paritarias. También la patronal accedería a un anticipo del pago de las horas de paro, pero sin dejar de contemplar la modalidad de “trabajo en equipo” del cual se sirve para no pagar horas extras por los fines de semana, y sin la aceptación del pase al convenio de Plásticos. Esto lleva, al momento, el rechazo contundente de la oferta y la vuelta a la discusión de nuevas acciones.

¡Viva el paro y la lucha de los trabajadores de la Algodonera Aconcagua!