Sindicales

12/11/2018

Alimentación: para reabrir paritarias es necesario un plan de lucha

Sobre los bloqueos en portones de fábrica

Bloqueo en una planta de Arcor-San Luis

Durante la madrugada del día de hoy, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) inició una serie de bloqueos a los portones de las principales industrias del país. El bloqueo es en reclamo de reapertura de paritarias, ante una pérdida salarial de por lo menos 20 puntos contra la inflación.


El STIA venía de cerrar sin una sola medida de fuerza en junio pasado una paritaria del 24% de aumento en tres cuotas. Cuando sólo queda por cobrar una última cuota en enero, el aumento de la paritaria fue superado ampliamente por la inflación, como explicáramos en Prensa Obrera. Este desfasaje salarial se agrava cuando se compara con el valor del salario en dólares que fue reducido prácticamente a la mitad. Por contrapartida, los empresarios del rubro son los que más aumentaron los precios, como lo reflejaron los principales medios.


En este marco, el STIA había iniciado un escueto reclamo de reapertura de paritaria a mediados de octubre, en donde se pidió el adelanto de la cuota de enero (un  6% del salario) para noviembre; la respuesta de la Cámara empresaria fue pedir tiempo hasta el 7 de noviembre para dar una respuesta. Ese mismo día, ante una enorme expectativa de los trabajadores (alimentada por una cantidad de gremios que cerraron acuerdos de reapertura cercanos al 40%) el sector empresario ni se presentó a la reunión, anunciando que el bono de $5.000 acordado entre Macri y la CGT reemplazaba cualquier discusión paritaria.


Antes esta mojada de oreja, la conducción del STIA debería haber respondido de manera contundente, convocando a plenario de delegados por seccional y votando un plan de lucha nacional por la reapertura de paritarias de todos los convenios. Los bloqueos en los portones (de solo algunas empresas), sin la intervención de los miles de trabajadores del gremio, son una medida que apunta a conseguir una conciliación obligatoria que será acatada religiosamente, y reencauzar la negociación hasta fin de año en el marco de la Secretaría de Trabajo. ¡La misma vía muerta que eligieron en la discusión del bono del 2017! Lo que se dice, llegar al 2019 sin hacer olas.