Sindicales
11/8/2016|1423
Alimentación: triunfazo obrero en Unilever Pilar
Un ejemplo a seguir en todo el Sindicato de la Alimentación (STIA)
Seguir
Candidato a Secretario General del STIA Delegado de Unilever Knorr
Con una votación superior al 82% de los trabajadores a favor de “no trabajar más los domingos a la noche”, se cierra un extenso conflicto, del cual hay que extraer varias conclusiones, pero que es, en toda la línea, un triunfazo obrero sobre la patronal.
Desde el principio hasta el fin, los trabajadores tuvieron que enfrentar una maniobra tras otra de parte de la empresa, que conspiró de todas las maneras que pudo. Aun así, no pudo derrotar a las combativas asambleas de Knorr y Hellmann’s ni a un cuerpo de delegados que respondió graníticamente ante cada embate. Quedó desmentida la fantasía fogoneada por la empresa de que sin pelear habríamos conseguido lo mismo o más.
La principal maniobra que tuvieron que derrotar los trabajadores fue un intento de represión a los bloqueos de los portones. Un despliegue descomunal de la primera conquista de los trabajadores de Knorr y Hellmann’s había sido una suma puente de 8.000 pesos netos, ganada inmediatamente después de la semana de huelga y piquetes de abril. La empresa maniobró para dividir a la asamblea, pagando a los efectivos pero no a los contratados. La respuesta inmediata de las asambleas y la amenaza de paro desarmaron la maniobra.
El rasgo distintivo de la conquista de la suma puente es que, salvo donde se hicieron medidas de fuerza (Prodalsa y Unilever), no se consiguió arrancarle un peso a las empresas. La directiva del sindicato se limitó a presentar una nota en cada empresa -sin informarle a los trabajadores y en muchos casos ni a los delegados.
Esta nota cuasi-clandestina del STIA fue a parar a los cajones de Recursos Humanos de los empresarios y, salvo rarísimas excepciones, nadie cobró un peso.
“Domingo a la noche en casa”
Aunque el núcleo del conflicto era el descanso del domingo a la noche, los trabajadores de Zona Oeste plantearon en las asambleas que era necesario incorporar el reclamo de un servicio de chárter pago por parte de la empresa, que se sume a los chárters ya existentes (por Panamericana y Ruta 8). Si bien parece un problema secundario, el reclamo del chárter expresó una respuesta de conjunto al tarifazo del transporte, el gas y la nafta y su conquista representó una recuperación importantísima del salario para trabajadores.
El origen del reclamo del “Domingo a la noche en casa” fue un intento de las comisiones internas afines al sindicato de Hellmann’s y Ades, que quisieron, mediante una votación a fines del año pasado, demostrar que los trabajadores no querían sumarse a un conflicto que en Planta Knorr era inminente. Para sorpresa de propios y ajenos, en las urnas triunfó impulsar el conflicto -algo que los delegados no pensaban hacer. El triunfo en las urnas se dio a pesar de una intensa campaña conjunta entre los delegados verdes y la empresa. La votación de aquel entonces le costó la comisión interna a los delegados de Hellmann’s, abriendo paso a una nueva comisión clasista, y quebró a la de Ades, llevando al triunfo a un sector de delegados que hizo campaña contra la direción del sindicato.
Durante una semana completa, los trabajadores mantuvieron la producción de Knorr y Hellmann’s, pero bloquear los portones para impedir el movimiento de producto terminado. Las negociaciones se prolongaron durante meses, después de la conciliación obligatoria, hasta la votación del viernes pasado, en la cual 385 trabajadores votaron a favor de no trabajar más, contra 86.
Un conflicto ejemplar
La naturaleza del conflicto no debería llamar la atención sólo por representar un avance de las conquistas obreras en medio de un ajuste generalizado, sino más bien por el carácter de lucha de su dirección -los 10 delegados que encabezaron el proceso “vivieron” durante la semana de huelga en la fábrica- y por sus métodos democráticos -durante estos meses se hicieron un sinfín de asambleas para pilotear cada decisión que se tomaba. La votación por urna, pedida por la empresa para instalar la idea de que en las asambleas se votaría a favor por la presión de los delegados, también dio por tierra con los disparates de la patronal y también con la fantasmal “Comisión Deportiva” que impulsó la Verde en Knorr y que fracasó a pesar de regalar chorizos, viajes y electrodomésticos.
El 6 de septiembre, los trabajadores de la Alimentación tenemos la oportunidad de desalojar a una Comisión Directiva atornillada desde hace 45 años al sillón, para abrir paso a una nueva dirección del gremio, encabezada por los delegados luchadores. Las conquistas, los métodos profundamente democráticos, y la predisposición de lucha de nuestros dirigentes representan la carta de presentación indiscutible de nuestra Lista Naranja.
¡Llenemos de votos naranjas las urnas por una nueva dirección en el STIA!