El 28 de abril se realizó una asamblea “informativa” en la fábrica Laci, de Pompeya; esta asamblea tomó de “sorpresa” a los delegados antiburocráticos y a los activistas, lo que fue aprovechado por el delegado de la burocracia, que ante las posiciones de tomar medidas contra los despidos y que no se podía esperar a mayo porque la patronal no iba a esperar, afirmó que no se podía hacer nada hasta después de las elecciones; además, para cortar el debate, se las rebuscó para “pudrir” la asamblea con provocaciones y difamaciones contra el activismo, hasta lograr la dispersión de la misma.

 

Además, la línea burocrática era que es mejor dejar pasar algunos despidos antes de que cierren la fábrica y quedar sin ningún puesto de trabajo, metiendo el miedo y la desmoralización.

 

Después de este trabajo sucio de desmoralización y desorganización que no pudo ser contrarrestado, la patronal aprovechó el momento y despidió a 8 contratados, rescindiéndoles el contrato, y a 12 efectivos (entre los que se encuentran los compañeros que enfrentaron las posiciones de la burocracia, por lo cual muchos sospechan que fueron señalados por el delegado de la burocracia). La  patronal argumenta la caída de la producción y ni se molestó en seguir un solo paso legal para estos casos (comunicar al ministerio antes de tomar medidas), lo cual la pone como violadora de la ley. Lo que tampoco dicen es que en el último período se pasaron de 6.000 metros de placas a 9.000 metros con el mismo salario. En la última reunión de los delegados con la empresa, ésta tuvo una actitud provocativa y les dijo que iba a pagar las indemnizaciones en cómodas cuotas y entre el 50 y 70%. Esto es sólo parte del ataque, ya que se corre la bola de que se organizaría un solo turno, por lo tanto habría más despidos y mayor explotación para los que queden adentro, convirtiendo la fábrica en un infierno.

 

Todavía no está dicha la última palabra.

 

Los compañeros realizaron una asamblea a la salida de la fábrica junto con los despedidos y sin la presencia del burócrata sindical, que decidió disminuir la producción “por falta de personal” y exigirle al sindicato que baje a la planta para la realización de una asamblea, ya que muchos compañeros quieren tomar medidas pero con la presencia del sindicato.

 

Los delegados y activistas son concientes de que es muy difícil que los compañeros sean reincorporados sin medidas de lucha, el único modo por el cual van a poder pararle la mano a esta patronal negrera.

 

Que la crisis la paguen ellos con las superganancias que hicieron en este último período, por la reincorporación de los compañeros.