Sindicales

19/9/2002|772

Arde Volkswagen

La patronal de Volkswagen suspendió a 480 trabajadores con goce de sueldo hasta el 19/9 y luego (según la  burocracia) se aplicaría la conciliación obligatoria.


La suspensión, según versiones, se extendería hasta el 26/9 como parte de la negociación con el gobierno y la patronal. En tal caso la burocracia estaría mintiendo, y los pasos a seguir estarían pactados.


  Hace seis meses que se sabe de los planes de la patronal y hace seis meses que la burocracia mantiene asambleas cuya única función es garantizar que los trabajadores sigan desorganizados. La visión política de un sector de los trabajadores es muy clara: “VW es la vedette, pero están preparando un ataque masivo en todo el Smata”. En estas asambleas la burocracia plantea que hay que esperar a ver qué surge de las negociaciones con la patronal. “No quieren quilombo, y nosotros estamos podridos de


mentiras”, dicen los trabajadores.


La maniobra más pérfida fue cambiar el horario de la asamblea. Esta se realizaba a las 15, hora en que salían los trabajadores de la tarde, pero para que no se cruzaran con los suspendidos, la burocracia la trasladó a las 12.


El viernes 13/9 fue el broche de oro para intentar confiscar el futuro de los trabajadores. En una asamblea de 15 minutos, en donde no dejaron hablar a nadie, dijeron que no había novedades, que había que esperar, y que no se había resuelto nada. Además, “que no hacía falta que los trabajadores estén cuando la audiencia con la patronal y el gobierno tuviera lugar”. Para colmo, quisieron pasar la asamblea al sábado, y en un clima muy hostil, un trabajador dijo: ¡¡¡El viernes!!! “Bueno”, respondió el burócrata.


En las asambleas anteriores la interna había anunciado que si había algún despido se tomaba la planta. Palabras. Lo cierto es que por los comentarios que escuchamos, los delegados les dicen a los trabajadores dentro de la fábrica que no quieren quilombo, que están negociando.


En esta línea, los trabajadores de VW van a una derrota, para terminar en la calle aplastados por la desocupación.


La alternativa es denunciar la política de la burocracia y la patronal, organizando la huelga y la toma de la fábrica en defensa de la fuente de trabajo. Para esto es necesario formar una coordinadora de lucha de las fábricas de la zona norte que enfrentan el vaciamiento, las cesantías y la degradación salarial, para imponer una salida para el conjunto de la clase obrera, que tiene que ser la ocupación de cualquier fábrica que cierre o despida, el reparto de las horas de trabajo, la producción bajo control obrero.