Foto: Federico I.

 

Los despidos masivos en el Estado han dado un nuevo salto: luego de los 600 en el Centro Cultural Kirchner y los 500 en el Ministerio de Justicia, se han producido 500 en el Ministerio de Cultura, con el rumor de que habría otros 500; 140 en Fabricaciones Militares -dependiente del Ministerio de Defensa-, nada más y nada menos que la mitad del personal; 50 en el Ministerio de Salud, donde la enorme precarización y los “programas” son un terreno fértil para el avance de los despidos y se anuncian otros 400 en el Ministerio de Trabajo.

 

En el nuevo Ministerio de Comunicaciones, en la ex AFSTIC, hubo 15 despidos y hay una lista de 300 más. Esto luego de las más de 100 cesantías producidas en el AFSCA.

 

De acuerdo con las declaraciones del presidente de la AFSTIC, Miguel de Godoy (Clarín, 19/1) “hay que hacer un trabajo de depuración porque (esos organismos) están superpoblados”; los medios informaron respecto del Inti el inicio de 300 despidos; 50 en el BCRA y 100 en la Casa Rosada.

Esta nueva fase de despidos ha sido posible por la política de las conducciones. Hasta aquí, no se ha decretado un solo paro en los ministerios o dependencias con despidos. La excepción ha sido Fabricaciones Militares donde, sin embargo, al tener a la mitad del personal sin posibilidades de ingresar al edificio, el paro no tiene condiciones para desarrollarse. Es la misma situación del CCK con 600 despedidos afuera.

 

La política común de la burocracia de UPCN y ATE ha sido el pedido de “mesas de negociación y diálogo” para acordar “listas”: el gobierno despide en masa, después de un tiempo abre una Mesa y comienza la “elaboración de los listados”, pero con los despedidos afuera. Esta política está llevando a que los despidos pasen sin lucha.

 

Con la escalada de la última semana, ATE Nacional del “Cachorro” Godoy anunció que van a un paro con movilización para la segunda semana de febrero. Estamos frente a un paro aislado para descomprimir la bronca frente al inmovilismo de la conducción verde.

 

El kirchnerismo realizó una jornada el 29 de enero, “la marcha del ñoquis” o “ñoqueada”, con carpas y actividades culturales en el Congreso, el Obelisco y el CCK. Desde allí, el dirigente de ATE Capital de la Verde y Blanca, Luciano Fernández, anunció una “gran marcha para la segunda semana de marzo”. La resistencia encabezada por el kirchnerismo nació con la pólvora mojada.

 

Rechazamos la política de la confección de los listados: la burocracia de ATE y de UPCN quieren “mesas” y “diálogo” para defender sus prebendas. Tribuna Estatal ha intervenido en los conflictos con el planteo de que donde hay despidos, debe convocarse a asamblea general sin distinción de afiliación, votar el paro y la permanencia.

 

A esto hay que añadir que, con la gran cantidad de despedidos que están impedidos de ingresar al lugar de trabajo, debe plantearse la constitución de comisiones que los agrupen y luchar con cortes de calle, ollas populares y fondos de huelga.

 

Las seccionales, juntas internas, delegados y agrupaciones antiburocráticas deben contribuir al quiebre de la política de contención de la burocracia, planteando la acción directa y apartándose de la “exigencia” a que la burocracia “deje de lado sus diferencias y se ponga a la cabeza”.

 

En esta lucha contra los despidos está planteada, más que nunca, la necesidad de delimitarse de la burocracia y recuperar los sindicatos. El plenario nacional de Tribuna Estatal, el Encuentro Nacional del Clasismo y el congreso de delegados de base convocado por ATE Mendoza, se inscriben en esta lucha contra el ajuste y por la recuperación de nuestros sindicatos.