Sindicales

18/4/2013|1264

Asamblea de inundados en Saavedra: Una lucha que crece y se extiende

El lunes 15 de abril, centenares de vecinos -la mayoría de Saavedra y del barrio Mitre, además de una gran delegación de la Villa Cildañez- nos concentramos para protestar frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Esta acción fue la culminación de dos semanas intensas de asambleas y gestiones, en medio de la agotadora tarea de intentar reconstruir lo que el agua no llevó. Recién cuando organizamos un corte total sobre la Avenida de Mayo, nos recibió una funcionaria con rol de “negociadora”. Nuestra respuesta fue que queríamos reunirnos con uno de los ministros responsables de las obras referidas a las inundaciones, en este caso Chaín de Desarrollo Urbano. A través de la negociadora, obtuvimos de Chaín una respuesta que significaba dejar la concreción de esta reunión en un limbo. Rechazamos semejante no-propuesta y en medio de la calle -con nuestros vecinos y ante la nube de medios que cubrían la protesta- votamos la profundización de nuestro plan de lucha, que tendrá como nuevo episodio un corte total de calle el miércoles 17 en Cabildo y Larralde. Pacto de impunidad en la Legislatura La semana pasada se realizaron dos plenarios de la Legislatura. Una sesión extraordinaria votó la modificación de los montos de los subsidios y el plazo de seis meses en la eximición del pago del ABL en las zonas afectadas por las inundaciones. En otra sesión ordinaria, se trató un pedido de informes al Ejecutivo sobre obras no realizadas en la cuenca del Medrano. Este pedido fue iniciado por nuestra asamblea y lo llevamos a la Legislatura en marzo pasado. Ya se habló mucho sobre la insignificancia de los 20.000 pesos como tope para los subsidios y el exiguo plazo de seis meses para la eximición del pago del ABL, cuando no hay ninguna previsión de realización de obras en el Medrano. En cuanto al pedido de informes, todo se limitó a la formalidad de una respuesta por escrito en un plazo de 30 días. Ningún funcionario será interpelado por la tragedia del 2 de abril, todos podrán dormir tranquilos. La sesión del jueves tuvo un carácter casi obsceno, con chicanas y “acusaciones” cruzadas sobre las obras no realizadas. Mucho menos surgió de allí alguna propuesta para la reasignación inmediata de partidas que permitan el inicio de las obras necesarias. La eficacia que demostraron para votar leyes que entregaron los mejores terrenos aún libres de la ciudad a la especulación inmobiliaria, se contrapone brutalmente con su completa inoperancia frente al drama de las inundaciones. En ambas sesiones estuvimos presentes con una delegación de nuestra asamblea (y también la de la Villa Cildáñez), manifestando vivamente nuestra disconformidad con lo que allí se estaba tratando -acción que fue levantada por varios medios. Cualquier plan de obras para encarar la solución a los temas aquí planteados tendrá que ser arrancado por una gigantesca movilización popular, que además tendrá que imponer una fiscalización de las mismas obras para que éstas no sean inútiles y no se transformen en una nueva fuente de negociados. Al mismo tiempo, tendremos que comprender que una planificación que privilegie las prioridades de las mayorías populares no puede provenir de quienes nos condujeron a esta catástrofe. Nuestra propia experiencia nos marca la necesidad de una salida por izquierda.