Este miércoles 25 se realizará la asamblea anual ordinaria de ATE Capital. En ella se debería balancear la actividad política del sindicato y los estados contables del último año. Es una instancia que la conducción del sindicato debería hacer interesar a las decenas de miles de afiliados que componen la seccional. A pesar de ello, la convocatoria ha tenido casi nula difusión.

Esta asamblea se dará en un cuadro donde el gobierno de Macri ha vuelto a la carga contra los estatales: a los tarifazos e inflación que sufrimos los trabajadores en general, se le ha sumado una nueva tanda de despidos en la Comisión Nacional de Pensiones y en el Ministerio de Agroindustria.

La respuesta de los trabajadores no se hizo esperar y en cada oficina o dirección, se han resuelto distintas propuestas de lucha. Los trabajadores del Senasa han votado en asamblea un paro de 36 horas. y la ocupación de los edificios ante el primer despido. Por su parte, los grandes conflictos de la etapa, cada cual a su medida, siguen en pie, como son los  del INTI, de Fanazul y de Río Turbio.

La asamblea entonces, podría ser una instancia para colaborar con la victoria de los trabajadores.

No es, sin embargo, la política que impulsan las conducciones de los sindicatos. La conducción nacional Verde de ATE ha fragmentado cada conflicto en el cual pudo intervenir, operando para levantar las ocupaciones del INTI y el Turbio ante endebles propuestas patronales. Su política de paros cada mes y medio, sin preparación ni encuadrados en un plan de lucha real, abona a la desmoralización que contrasta con la voluntad de los trabajadores a luchar.

Una responsabilidad de igual índole le cabe a la Verde y Blanca que dirige el sindicato de la Capital. Conscientemente ha desmontado cada conflicto en el que tuvo injerencia (como los despidos de municipales, o como la paz social firmada en el Ministerio de Energía a cambio de nada), o ha ignorado a la principal lucha que tuvimos los estatales de ATE Capital en años, como es el paro y la ocupación del INTI.

Este último período permite dar cuenta cuál ha sido la política de esta conducción para el año 2017 que estrictamente se pondrá a votación. Su orientación de fondo, antes y después de las elecciones nacionales, fue volcarse a la política del “vamos a volver” o del “#Hay2019”, desechando la posibilidad de derrotar al ajuste en el momento en que era o es ejecutado. De esta forma, encubren el rol que juega el PJ ajustando en las provincias que gobierna o colaborando en votar las leyes del macrismo en el Congreso Nacional. Incluso Catalano –secretario general de ATE Capital– ha esbozado la posibilidad de integrarse a la CGT cuando se ha vuelto más colaboracionista que en el pasado.

Desde Tribuna Estatal hemos planteado otro rumbo: para lograr la unidad necesaria para ganar precisamos un plan de lucha de verdad y no la farsa a la que nos han mal acostumbrado. Por ello hemos impulsado y reclamado propuestas en este sentido asambleas sin distinción de afiliación en cada dependencia en la que actuamos, plenarios de delegados cuando pasaban meses sin haber, asambleas de afiliados metropolitano para unificar las luchas de provincia y Capital, con la perspectiva de un congreso de bases que unifique la lucha de estatales, docentes, municipales, médicos, etc. En cada repartición en la que la que actuamos hemos sido partícipes e impulsores de la lucha contra cada ataque.

Con esta perspectiva hemos propuesto al conjunto de las agrupaciones combativas desenvolver un planteo en común para homogeneizar un rechazo a esta orientación de derrota de ATE Capital y su superación. Este planteo fue positivamente recogido por algunas agrupaciones (ver declaración) y rechazado por otras a pesar de no desenvolver una proposición superadora. La delegación e intervención de Tribuna Estatal estará al servicio de esta política.