El conjunto de trabajadores de la planta de Arcor Colonia Caroya realizó reclamos contra suspensiones sin motivos, y el abuso de la patronal representada en el jefe de “recursos humanos” Augusto Bajinay. Sucede que desde la base obrera se pidieron medidas de bioseguridad, que en lugar de ser aceptadas siguiendo un criterio sanitario, son respondidas con medidas persecutorias.

Además, el reclamo salarial crece. Sucede que durante todos estos meses, trasnacionales como Arcor acumularon ganancias mientras el salario se fue deteriorando. Las patronales nunca pararon la producción aun cuando fabricaban artículos no necesariamente esenciales, e incluso tuvieron exportaciones records, pero se niegan a recomponer los haberes de las y los trabajadores.

Es en este marco en que hay plantas en donde meses atrás las patronales han realizado suspensiones, alguna de ellas sin fecha de regreso, modificando convenios. Es decir, la patronal sigue la ruta de la reforma laboral de hecho.

En la planta de Arcor Colonia Caroya, con la llegada de un nuevo jefe de recursos humanos, la patronal fue más a fondo en su ataque a las condiciones de trabajo. Así lo expuso un delegado de la fábrica, en una entrevista otorgada a Cadena Norte, manifestó que “en este último tiempo empezaron a suspender sin motivos, se arman causales que no se pueden comprobar, y las suspensiones se hacen efectivas”.

La citada fuente afirmó que “estamos desprotegidos, somos trabajadores esenciales pero si seguimos así nos vamos a ir enfermando y posteriormente nos van a cambiar como eventuales. Pedimos que se nos trate como personas y no como maquinas”. Además señaló que cuando la pandemia empezó se puso en práctica un protocolo que no se está cumpliendo, poniendo en riesgo al conjunto de trabajadores y sus familiares. En relación a la situación epidemiológica, el delegado contó: “hoy la planta se encuentra desmadrada”.

Los delegados pidieron la intervención del sindicato. También se recurrió al ministerio de Trabajo para que intervenga ante la delicada situación epidemiológica. Sin embargo, otra vez, el gobierno cerró filas detrás de la patronal, contra el reclamo obrero. Como se ve, el ejecutivo provincial está preocupado en garantizar la súper ganancia de las patronales y le da la espalda al efectivo cumplimiento de las medidas de bioseguridad, que a medida que la pandemia avanza estarán en el centro de la escena. En ese sentido, es necesario la continuidad de la intervención independiente para garantizar la salud del conjunto de los trabajadores.

La base esta

Uno de los trabajadores suspendidos se encadenó en protesta por la suspensión que recibió por pedir medidas de bioseguridad. Prensa Obrera tuvo acceso al telegrama de suspensión en donde la patronal manifiesta que es el trabajador quien no cumple las medidas de bioseguridad. Una impostura, puesto que no tienen ningún tipo de pruebas para afirmar lo escrito. El trabajador víctima de la persecución de la patronal afirmó que tiene testigos de que nunca estuvo en falta.

Además se realizó un petitorio que reunión 500 firmas de trabajadores, con su número de legajo, con el que respaldaron el reclamo por medidas de bioseguridad. La respuesta de la patronal fue suspender a un trabajador para aleccionar al conjunto de la planta.

El ataque al activismo que realiza un reclamo elemental, marca toda una perspectiva de hasta qué punto es capaz de ir la patronal en su orientación. En este escenario, se han realizado asambleas en todos los turnos, y un paro de dos horas que fueron acatados de conjunto, demostrando una alta predisposición para la lucha, la base está de pie.

Es necesario que el gremio rechace el ataque patronal contra el salario, y contra la reforma laboral de hecho que está aplicando la patronal. La intervención en Arcor de Colonia de Caroya es la expresión de un proceso de auto convocatorias más general, la clase obrera busca darse un camino para avanzar en sus reclamos. Es necesario apoyar estos procesos de organización independiente, para conquistar todos los reclamos pendientes.