Una multitudinaria reunión en la Subsecretaria de Trabajo, con 40 funcionarios de distintas reparticiones y delegados y directivos de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, trató el tema de la contaminación con asbesto en el Subte.

En la reunión, Metrovías y el gobierno (Subterráneos de Buenos Aires – Sbase) reconocieron la presencia de amianto (asbesto) exclusivamente en trenes Mitsubishi de la línea B. Por lo demás, todo fueron dilaciones y generalidades para postergar toda solución. No se dijo cómo y cuando se reemplazarán las partes con amianto. No se acepta el reclamo del lavado de ropa de trabajo por la empresa para evitar la propagación a los hogares, y se rechaza la suspensión del hidrolavado (que se encuentra contraindicado porque difunde el particulado de la sustancia). Y, lo más grave, es que patronal insiste en que el personal del subte siga trabajando sobre partes afectadas.

La parte obrera rechazó la postura y marcha a un plenario para considerar un plan de acción. El reclamo es que la empresa y el gobierno presenten un programa real de desamiantación  con procedimientos, fechas y plazos. Es un punto importante que intervengan empresas especializadas y calificadas. También que exista un estricto control de la parte obrera.

Mientras tanto, los trabajadores de taller Rancagua mantienen la retención de tareas y los de tráfico de la misma línea (B) deliberan sobre medidas similares dada la conocida existencia  de amianto en partes de las cabinas de conductor.

En el resto de las líneas se preguntan por qué en ellas se sigue trabajando en condiciones ilegales y de riesgo y no les están realizando, como en la B, los chequeos médicos para detectar una eventual enfermedad.

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta está evadiendo su responsabilidad y las inversiones necesarias, a conciencia de que crea las condiciones de una parálisis del servicio. En plena campaña electoral, están bailando en el Titanic. Los trabajadores, amparados por la ley, solo se amparan con  sus medias contra una enfermedad laboral invalidante y eventualmente mortal.

El 3 de julio se realizara en la Legislatura porteña una audiencia sobre este tema que es de salud pública con trabajadores, delegados y legisladores del Frente de Izquierda-Unidad.