A poco de ingresar al cuarto mes de la cuarentena y en una ola creciente de contagios de Covid-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) se suma la pauperización de las condiciones socioeconómicas de los obreros del Astillero Río Santiago.

 

A la ausencia de un plan de reactivación productiva del astillero, un protocolo de trabajo sin tener en cuenta la voz de los trabajadores, el retraso a septiembre de una posible devolución del premio eficiencia, las tareas y obras de apoyo del astillero a la lucha contra la pandemia quedaron circunscritas a la reparación de camas, el desfinanciamiento del IPS y subsidios a las clínicas privadas con aportes del IOMA, se suman el pago en cuotas del aguinaldo para una parte de los estatales.

 

Es llamativo el silencio de las conducciones de ATE Ensenada y ATE provincia sobre la ausencia del tratamiento de paritarias, así como del pago fraccionado del aguinaldo, cuando ya en los primeros meses la inflación ronda el 11% y los salarios están “en cuarentena”.

 

En tanto la administración provincial de Kicillof, a pesar de la urgente necesidad de destinar fondos para la salud en la lucha contra el Covid-19, mantiene vigente su prioridad del pago de la deuda provincial, cediendo así a la agenda de los bonistas.  https://www.cronista.com/economiapolitica/Deuda-bonerense-ya-en-default-Kicillof-respondio-a-los-bonistas-y-les-pidio-actuar-de-buena-fe-20200514-0048.html

 

En este cuadro empiezan a sentirse voces de pedido de asamblea y plenarios como del sector arenado y de otras agrupaciones sindicales que expresan la necesidad de la convocatoria al cuerpo de delegados.

 

Desde Tribuna Estatal del Astillero, y la Coordinadora Sindical Clasista, tempranamente advertimos sobre la urgente necesidad de realizar un plenario de delegados y activistas precedido por asambleas de sector, que en la práctica ya dieron su puntapié inicial, de tal forma de introducir el debate al conjunto de los trabajadores en temas tan cruciales como la reactivación del astillero, la constitución de comités de control obrero como única garantía del cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria, el reclamo del tratamiento de paritarias ante la creciente pérdida de poder adquisitivo de nuestros salarios, así como la defensa del IPS ante el intento de “armonización” que pretenden el gobierno nacional y bonaerense y el rechazo del pago del aguinaldo en cuotas.

 

Todos estos reclamos enunciados deben ser discutidos en un plenario de delegados y activistas para elaborar un plan de acción y quebrar así la tregua que  la conducción de ATE Ensenada mantiene tanto con las autoridades del astillero como con el gobierno de Kicillof.