Sindicales

16/6/2021

Ensenada

Astillero Río Santiago: avanza la lucha obrera contra la Sociedad Anónima

Kicillof y Wasiejko quieren entregar el astillero a los capitalistas y los bonistas de la deuda.

La asamblea autoconvocada y gran caravana de los obreros del Astillero Río Santiago para rechazar la sociedad anónima y su melliza, la sociedad de Estado, dejó patinando al presidente del Astillero (el también funcionario de la CTA, Pedro Wasiejko), a la burocracia de ATE integrada al gobierno de Kicillof y a todo el staff del gobierno provincial y municipal que juntos promovieron esta avanzada privatizadora contra la empresa estatal. Frente al impacto fuera y dentro de la fábrica, la conducción de ATE Ensenada tuvo que salir a “aclarar” que apoya la sociedad de Estado y no la propuesta de la presidencia del Astillero.

Una farsa completa, porque la “la sociedad de Estado” también habilita la injerencia del capital privado, se rige por la ley de sociedades anónimas, y facultaría al ARS a endeudarse y tomar préstamos en el exterior. Explícitamente autoriza a conformar uniones transitorias de empresas o de colaboración empresarial, abriendo las puertas a la tercerización. Se trata de dos caras de la misma moneda, como lo prueba el comunicado carnero de la burocracia llamando a no concurrir a la caravana a la gobernación. Mientras los obreros luchan, ATE banca al privatizador Wasiejko y a Kicillof.

No solo ATE Ensenada finge tomar distancia, también simulan “prescindencia” Mario Secco y Fabián Cagliardi, intendentes cristinistas de Ensenada y de Berisso. Una impostura, porque la ofensiva contra el Astillero Río Santiago tuvo el aval del gobierno provincial, de las intendencias, las burocracias sindicales y de la Cámpora, es decir, de Cristina y Máximo Kirchner. Pérfidamente se presentó el paquetazo privatizador como el camino hacia la “reactivación del Astillero Río Santiago”. Los sponsors de Wasiejko, entre ellos Hugo Yasky y Baradel de la CTA de “los trabajadores”, saben bien que la Sociedad Anónima, que cotiza en bolsa, entrega al Astillero al capital privado.

Pero no es todo. El “compañero Wasiekjo” debutó atacando a los obreros del Astillero por un pretendido ausentismo laboral en un tiro por elevación contra el convenio colectivo de trabajo. La realidad es que durante años, de manera muy marcada con Vidal y Macri que fracasaron en cerrarlo por la enorme y combativa resistencia de sus trabajadores, se viene vaciando al Astillero Río Santiago en beneficio de los negocios navieros privados. Kicillof y el gobierno del Frente de Todos prorrogaron durante todo el 2020 el presupuesto de “tierra arrasada” de Vidal (incluida la partida para el Astillero), y lo condenaron nuevamente a un desfinanciamiento que está años luz de las necesidades reales para reactivarlo en el presupuesto provincial de ajuste 2021, votado conjuntamente con Juntos por el Cambio.

Las injurias antiobreras contra los trabajadores del Astillero, propias de los “neoliberales”, ocultan la realidad de un boicot sistemático a la empresa estatal y a sus 3200 trabajadores, ahora de la mano del gobierno del Frente de Todos.

Sociedad Anónima y ajuste provincial

La oposición a la privatización nació de las secciones y asambleas autoconvocadas de la fábrica frente a la negativa apañadora de la dirección de ATE a convocar a la asamblea general. Una lucha compleja, porque solo una parte reducida de los trabajadores realizan tareas presenciales. Se trata de una oposición heterogénea que va desde la izquierda y el clasismo a fracciones desplazadas de la burocracia vinculadas a Catalano de la verde y blanca de ATE, así como de sectores kirchneristas que tienen su propio candidato a presidente del Astillero y pujan contra Wasiejko. En un comunicado firmado por Tribuna Estatal de la Coordinadora Sindical Clasista junto a otras agrupaciones de izquierda, se denuncia la Sociedad Anónima y la Sociedad de Estado como privatizadoras y antiobreras. Un Astillero S.A, como quieren Kicillof, Wasiejko, Secco, Yasky, los Godoy y De Isasi es la punta de la lanza para someter al Astillero Río Santiago a los accionistas y a un vaciamiento hostil para favorecer a los astilleros privados.

La Sociedad Anónima es un instrumento de la “racionalización”: despidos y reducción de trabajadores de la planta naval. Es significativo que el presidente del Astillero haya hecho hincapié en el “ausentismo” cuando habló de hacer de él una empresa “más competitiva”. Los “nacionales y populares” asimilan competitividad con ajuste, privatización y ataque a los derechos laborales. En el fondo vuelven los intentos por reducir al Astillero a un taller de reparaciones navales castrando su capacidad productiva para la fabricación de buques. La paralización del mismo tiene el propósito deliberado de preparar el clima para la sociedad anónima, la racionalización y la flexibilización laboral.

Es importante señalar también que el aval de Kicillof a la S.A. tiene que ver con el ajuste de las cuentas provinciales y la decisión del gobierno de desentenderse de su financiamiento, que hoy forma parte del presupuesto bonaerense. No es casual que la aceleración del proyecto de privatización se produzca cuando el gobernador está desesperado por cerrar el canje con los bonistas buitres que exigen todo tipo de beneficios, depósito cash de una suma para levantar la judicialización del default en los tribunales de Nueva York y garantías de que se va a cumplir con los pagos de deuda bonaerense. Si el Astillero Río Santiago es transformado en una Sociedad Anónima, deberá costearse sus propios recursos, endeudándose bajo su propia responsabilidad. Se levantan todas las barreras para una eventual quiebra, un cierre con otros métodos.

Una causa popular

Como lo demostró la caravana a la gobernación, las responsabilidades políticas por esta ofensiva privatizadora apuntan contra el gobernador Kicillof. La Sociedad Anónima, y en un sentido más general la liquidación del Astillero “100% por 100% estatal”, es una política de Estado al servicio del ajuste capitalista y los bonistas. Mientras el kirchnerismo se aferra a la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones legislativas, Kicillof no para de dar señales a los empresarios y al capital financiero: levanta las restricciones sanitarias, falsifica las estadísticas para forzar las clases presenciales en el AMBA a pesar de los 10.000 contagios diarios en la provincia y los más de 43.000 fallecidos, asegura nuevas concesiones al “Comité de Acreedores”, congela las paritarias y emprende contra el Astillero Río Santiago para sacarlo del presupuesto provincial.

La defensa del mismo es una causa de su combativa clase obrera, que frenó todos los intentos privatizadores y liquidacionistas de los últimos treinta años, pero también de todo el pueblo trabajador como lo demuestran la solidaridad, adhesión y participación en la caravana de internas clasistas de ATE, del Suteba Ensenada y de distintos agrupamientos obreros combativos. El Partido Obrero apoya incondicionalmente la lucha por la defensa del Astillero Río Santiago, y porque sea ciento por ciento estatal y bajo control obrero. Ni Sociedad Anónima ni de Estado, defensa del convenio colectivo, reapertura de la paritaria y ni un solo despido.

Para el Frente de Izquierda – Unidad, la causa del Astillero Río Santiago es un deber militante y una oportunidad para desenmascarar a Kicillof y al kirchnerismo como cabezas de la privatización.