Continuando con su plan de ajuste sobre los trabajadores bonaerenses, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, de Axel Kicillof, propuso un paupérrimo 30,2% promedio de oferta salarial correspondiente a la paritaria 2020 para los obreros y obreras del Astillero Río Santiago, cabe aclarar que esta paritaria llega con un año de retraso.

La misma queda alejada de los 36,1 puntos de inflación anual, registrados en 2020, con el detalle de que en diciembre de ese año ya se registró una suba de 4%, y en enero 2021 otro 4% de inflación.

En la anterior paritaria de diciembre de 2018, que comprendía a la de 2019, el deterioro salarial fue aún más acentuado, con un registro de 53.8% de inflación anual y una oferta del gobierno de Vidal de 32%,. La pérdida de 21 puntos, sin contar que fue en cuotas, es notoria.

La prioridad para la gobernación bonaerense la tiene el pago de la deuda a los bonistas y el reforzamiento del aparato policial. Así quedó demostrado en su primer año de gestión.

Por otro lado, la tan celebrada devolución de los ítems descontados por Vidal en 2018, el gobierno los devuelve en cómodas cuotas y sin ningún tipo de actualización.

Las paritarias 2021 deben realizarse en lo inmediato, contemplar una suba acorde a la proyección inflacionaria del 50%, con cláusula gatillo. El gobierno “estima” una inflación del 29%, lo cual choca con todas las previsiones privadas y la del Banco Central.

La respuesta de ATE Ensenada ante el ajuste

Como parte del sostén y respaldo que necesita todo gobernador, desde la dirección de ATE Ensenada -Lista Blanca (PJ) y celeste (PCR)- desestiman consultar a los trabajadores de la planta y, por su sola cuenta, aceptan el plan de recorte salarial del gobierno.

La pérdida de poder adquisitivo es notoria. Por ejemplo, si tomamos en cuenta que en enero de 2019 el precio de la canasta básica era de $26.400 y que en diciembre de 2020 escaló a $54.000, según datos Indec, se torna indisimulable.

La conducción gremial se niega sistemáticamente a organizar a los trabajadores de la planta naval para ir a exigirle al gobernador Kicillof presupuesto para el astillero.

La salida de Basteiro

A poco de cumplir un año calendario de su arribo con bombos y platillos al astillero, Ariel Basteiro deja su puesto de presidente del Astillero Río Santiago para irse a la embajada de Bolivia.

En su haber cuenta con una larga lista de promesas y proyectos a cumplir, que no se han verificado en la práctica.“Vinimos a trabajar y a poner en marcha esta estructura que es orgullo de los argentinos (…) Hay que establecer una política marina mercante” para que Argentina pueda “recuperar su flota”, fueron las palabras de Basteiro en el acto de asunción. Pero la estructura sigue con los mismos problemas con que se encontró a su arribo.

Desde Tribuna Estatal del Astillero, en la Coordinadora Sindical Clasista, reiteramos la necesidad de la deliberación de los trabajadores. Es necesario que los cuerpos de delegados sean precedidos por asambleas de sector y que se respete la democracia sindical y los mandatos de base. Al astillero lo sacamos adelante entre todos los trabajadores.

Vamos por trabajo para reactivar al astillero, por paritarias que permitan paliar la crisis socioeconómica y la suba constante de precios de alimentos. La salida al impasse de la industria naval y del astillero está en manos de los trabajadores.

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