La Asamblea General votó lo que la base del Astillero quiere: 150 pesos al básico y ahora. Las asambleas de sección ratificaron lo votado en la General.

Para la interna burocrática de Ate, pero también para la “fiscalizadora” de la Ccc-Pts-Mst, el aumento salarial estaba fuera de la pauta de negociación con el gobierno. Adaptada al congelamiento de Solá, llegó al extremo de atacar el reclamo salarial por “divisionista”. Pretendieron hacer pasar un acta de colaboración con el gobierno como un “triunfazo” a pesar de que no dice ni una sola palabra sobre el salario. Para la “fiscalizadora” prima la defensa de un “fondo” para la actividad naviera, o sea los armadores capitalistas, que está fuera del control de los trabajadores. Por eso, el acta tampoco habla de incorporar los 1.000 nuevos trabajadores que traería la reactivación del ARS, contrabandeando una flexibilidad laboral.

El apoyo de los “fiscalizadores” a un programa que deja fuera los reclamos obreros explica la autoconvocatoria del activismo.

La “comisión salarial” es y debe ser la Asamblea de Fábrica para evitar manipulaciones de la burocracia. La interna pretende “reacomodarse” y ahora dice apoyar el reclamo salarial, mientras deja que pase el tiempo ante la inminencia de las vacaciones adelantadas (Solá quiere a los trabajadores fuera de la planta para dividir la cada vez más caliente lucha de los estatales).