Sindicales

21/1/2010|1115

Asumió la Celeste

Golpe contra Tomada, Recalde y Aníbal Fernández

Finalmente, se definió uno de los conflictos sindicales más polémicos de 2009. La jueza Beatriz Ferdman puso en funciones a la Lista Celeste. La Lista Verde, que ocupaba ilegalmente el sindicato desde 2006, y sus matones debieron retirarse de la sede del gremio.

El conflicto de Aeronavegantes puso más de relieve el entrelazamiento de la burocracia sindical con el aparato del Estado. En el litigio quedaron involucrados, con causas ante la Justicia, el ministro Tomada, el ministro de Justicia y el jefe de gabinete Aníbal Fernández.

Todos ellos jugaron abiertamente para la burocracia de la Verde. Primero, avalaron el fraude electoral a la Celeste, luego –cuando la Cámara falló a favor de la Celeste por el escandaloso fraude– entorpecieron la llegada de la Justicia a la propia sede; finalmente, quisieron intervenir el gremio para que la Verde no lo perdiera definitivamente. Apelaron a jueces punteros del gobierno para crear fallos paralelos; al comisario de la seccional del sindicato para que no intervenga; hubo presiones hasta desde Venezuela para defender el último reducto gremial de Alicia Castro, hoy funcionaria del gobierno en ese país.

Para la Celeste, aún queda un largo camino porque no todo se resuelve en los estrados judiciales. La Verde, en estos años, ha desmantelado a los activistas de la lista. Aún mantiene una aceitada relación con las patronales de la aviación. No hay que olvidar, entre otras cosas, que el propio hijo de Recalde dirige hoy Aerolíneas Argentinas. La Justicia, con una de sus resoluciones, obliga a una convocatoria electoral en corto tiempo, es decir que no convalidó lo que legalmente corresponde, que es que se cumpla íntegro el mandato de los celestes.

La Celeste se encontrará con un sindicato vaciado de información y de dinero. Sólo saliendo a luchar por la reinstalación de sus compañeros despedidos por ser activistas y sólo atendiendo los perentorios reclamos salariales y de condiciones de trabajo de todos los sectores, estará en condiciones de competir con el aparato de la Verde, que desde el mismo día en que fue desplazado de la sede gremial ha comenzado su nueva campaña electoral.

Hubo “un tiro” para el lado de la justicia. Ahora está planteada la lucha.