Sindicales

1/6/2022

Transporte

Ataques a las condiciones de trabajo y persecución laboral en el monopolio Grupo Autobuses

La patronal rosarina descarga sobre lxs trabajadorxs el ajuste en el transporte. 

El Grupo Autobuses persigue a sus trabajadorxs.

Los trabajadorxs de las Líneas 540 553 sufren un ataque constante a sus condiciones de trabajo y una sistemática persecución por parte del Grupo Autobuses, cuyo único fin es el de barrer con la organización gremial dentro de la línea. Ambos aspectos se han incrementado durante la pandemia, no abonando los salarios de trabajadorxs que eran personas de riesgo ni reconociendo certificados médicos, entre tantos otros atropellos.

Nos cuenta un chofer: “yo he sido perseguido laboralmente, y no por desobediencia ni rebeldía, sino por informes arbitrarios que son culpa de la propia empresa. Por ejemplo, los desvíos en el recorrido no son informados ni se asientan en la planilla, los del turno mañana van por un lado y los de la tarde por otro, pero la empresa no aplica el desvío en la planilla ni en la cartelera, ni los inspectores saben los desvíos ni se les informa a los pasajeros que luego no saben dónde esperar el colectivo”. En esta situación confusa, la empresa sanciona a quien no cumple con los desvíos no informados, y si el trabajador demuestra su inculpabilidad, como explica otro chofer, “dicen que perdieron el descargo y te sancionan por no responder el informe. A un compañerx le dieron 10 días de suspensión “por no presentar el descargo”, siendo que la misma empresa “lo pierde”. La impunidad es total, lo único que les importa es robarte el sueldo”.

Esta situación se agrava, según cuenta otro chofer, “porque la empresa no le da soluciones a los problemas que le llevan nuestros delegados, y, además, los discrimina, porque nuestros delegados trabajan igual que todos nosotros, pero a los delegados de otras líneas, los cuales permiten que las suspensiones arbitrarias se efectivicen, los ‘premia’ bajándolos del colectivo y no trabajando”.

Todos los testimonios coinciden en que la finalidad es atacar económicamente a lxs trabajadorxs, ensuciar sus legajos y fabricar futuros despidos, para terminar de imponer -con la colaboración necesaria de la Agrupación J. M. Palacios- la modalidad del chofer multilínea, quienes por lo bajo cada vez más se quejan de la flexibilidad a la que los someten: tienen que llamar todos los días a la empresa para preguntar a qué hora y por cuál línea se deben presentar a trabajar (el Grupo Autobuses explota, además de la 540 y 553, las líneas 542, 548, 550, 551, 552 y 277), son citados a trabajar en sus francos, y, en caso de no presentarse, la consecuencia es una suspensión por varios días.

Lxs trabajadorxs denuncian también que la falta de mantenimiento del parque automotor genera falta de servicio en las horas pico y muchos choferxs fueron sancionados por roturas que fueron producto del desgaste excesivo del material rodante. Los kilómetros que no hacen esos coches rotos son luego recuperados aumentando el servicio en horas no pico, lo cual, como conclusión que elaboran los mismos choferxs, “la empresa le está robando plata al Estado, o sea, a todos nosotros, porque no ofrece el servicio que el público usuario demanda”.

“A la empresa lo único que el importa es ensuciarte el legajo para echarte sin un peso. Uno con estas injusticias queda muy mal parado tanto económicamente como moralmente y encima tenemos lidiar con la locura del tránsito y rogar que no se quede sin frenos o sin dirección”. Agregan: “recuerdo una vez que llevé el coche al taller por un pulmón de aire pinchado, me dieron otro con el mismo problema, vuelvo al taller y al rato veo a otro compañero saliendo con ese mismo coche, y seguía con el pulmón pinchado porque apretaba el freno y se escuchaba la pérdida de aire. Ese día fue el colmo de los colmos, a la empresa no le importa si los pasajeros sufren un accidente, uno mismo o un peatón, pero si eso ocurre te cortan el servicio o te quieren despedir mientras ellos se lavan sus sucias manos”.

Otro punto de ataque es en los turnos: “acomodan en los turnos y coches a los de la Palacios que vinieron a rompernos y a nosotros nos cambian todos los días, nos dan los peores coches no solo para que trabajemos incómodos sino también para armarte causas cuando estos ‘sarcófagos’ se rompen. Te acusan de maltrato de unidad… ¡Son las unidades las que nos maltratan a nosotros!”.

Queda claro que la táctica de la empresa es ajustar primero en las condiciones de trabajo para luego proceder a la persecución de lxs trabajadorxs, sin importar sin son activistas o compañeros de base, y de esa forma implementar la reforma laboral de hecho, flexibilizando al chofer hasta convertirlo en un repuesto más del colectivo. Y este objetivo lo puede llevar adelante gracias a sus vínculos con el FdT a través de la familia Rossi y la burocracia sindical al mando de Miguel Bustinduy, uno como integrante del gobierno y el otro como su expresión sindical adicta.

Lxs trabajadores de las Líneas 540 553 son reconocidos luchadores en el gremio y con organización e independencia política van poder enfrentar la avanzada patronal. La Naranja de UTA se pone a disposición para la construcción de un agrupamiento independiente de la burocracia sindical tanto de Fernández como de Bustinduy, las empresas y los gobierno de turno, en defensa del CCT 460/73, las condiciones de trabajo y por un salario digno para todos lxs trabajadorxs del transporte.

 

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