ATE-Capital: Una asamblea ordinaria de espaldas a los estatales


En el microestadio de Ferro se realizó, el jueves 27, la asamblea ordinaria convocada por ATE–Capital para votar la Memoria y el Balance del año 2016.


 


La asamblea se inició con la intervención de Jorge Hoffman, de ATE-Santa Fe, que dirige una de las seccionales más asimiladas al accionar de UPCN. Allí ni siquiera se rechazan las paritarias de manera formal o se realizan medidas de lucha testimoniales, sino que se le garantiza una paz social plena al gobierno. Toda una indicación de hacia dónde se dirige la “refundación” que pregona la conducción de ATE-Capital.


 


La presentación de la Memoria fue realizada por Daniel Catalano, que inició su discurso reivindicando que formó parte del 22% que votó a Néstor Kirchner en 2003. Avaló así todo lo actuado por el kirchnerismo en esos doce años, en los que padecimos una brutal precarización laboral, un salario inicial de los nacionales en los mínimos del vital y móvil, la firma de un convenio laboral regresivo que puso más exigencias para acceder a las categorías y el recorte a los adicionales que realizó Cristina en 2011 por decreto.


 


El resto de su discurso fue una defensa del accionar del sindicato en 2016, cuando pasaron 15.000 despidos de estatales. Ante los cánticos de la oposición de que “hay que luchar por planta permanente y aumento salarial”, respondió diciendo que de nada servía luchar por el pase a planta, porque el gobierno puede manipular los pases a su antojo y que lo que correspondía era luchar contra el modelo económico y la derrota electoral de Macri.


 


Lo mismo había dicho hace meses en un plenario de delegados, en alusión a AGR, planteando que no había que ocupar fábricas.


 


La voz de la oposición


 


Junto con el resto de la oposición antiburocrática, ocupamos una tribuna con más de cien compañeros. Desde Tribuna Estatal sacamos una declaración donde denunciamos que desde el 24 de febrero del año pasado al no existir un plan de lucha nuestra “energía fue dilapidada por responsabilidad de las direcciones de los principales sindicatos. Primó la política de aislar cada conflicto, priorizando simultáneamente una negociación clandestina con el Ministerio de Modernización para reincorporar a pocos trabajadores ligados políticamente a esta conducción”. Ante la fractura del sindicato, donde ATE-Nacional y ATE-Capital convocan cada uno a medidas que compiten entre sí, planteamos la necesidad de un congreso de delegados de base con mandato que vote un plan de lucha y reorganice nuestro sindicato en base a la independencia política de los gobiernos y partidos patronales.


 


Daniel Luna, delegado de la Naranja del Inti, intervino planteando que tenemos que enfrentar a una coalición del ajuste representada por Macri y los gobernadores, que junto a los legisladores “opositores” han votado más de cien leyes juntos en el Congreso. Finalmente, planteó como mociones el rechazo a la Memoria y el Balance, la conformación de un fondo de huelga con el superávit de 21 millones del sindicato y un repudio a la represión de Alicia Kirchner y Macri a los docentes y estatales de Santa Cruz que no cobran sus salarios.


 


La Verde vinculada con ATE-Nacional jugó un papel miserable. No movilizó compañeros, pero fueron dos referentes de su espacio a intervenir sobre cuestiones relacionadas con el reparto de la caja de la seccional, que había sido la discusión por la que había terminado destrozado el Bauen en el Confederal del año pasado.


 


Junto al resto de la oposición combativa votamos en contra de la Memoria y Balance y con la mayoría de las corrientes opositoras sacamos un pronunciamiento común. ATE Desde Abajo (agrupación de la que es parte Rompiendo Cadenas) fue la única que se negó a firmar, planteando diferencias en el tono y matices políticos, en alusión a las críticas realizadas al kirchnerismo y la conducción de la seccional que dificultarían un “diálogo” con la base del gremio. Incluso se opusieron a que la oposición lleve una moción única que plantee el repudio a la represión en Santa Cruz, buscando disgregarla en un repudio a esa represión y otras de Macri, cuando nuestra posición y del resto era sacar una moción particular, ya que el secretario general había avalado directamente la represión en esa provincia.


 


Al terminar la asamblea ordinaria, la directiva realizó una asamblea extraordinaria en tiempo récord donde votaron tres mociones. El rechazo a la modificación estatutaria planteada por ATE-Nacional, referida a la caja de la seccional. La “unificación de la CTA”, que sería juntarse con Micheli, que ya no controla ninguno de los sindicatos de base de su central. Y por último una marcha federal… para dentro de dos meses.


 


Hoy más que nunca necesitamos una nueva dirección para reconstruir nuestro sindicato en base a mandatos de base, planes de lucha y la independencia política.