El 23 de abril se desarrolló la Asamblea Ordinaria de afiliados de ATE Capital en el microestadio de Ferro con la acreditación de más de 3 mil trabajadores. En el marco del ajuste brutal que lleva adelante el gobierno nacional, la Directiva rechazó la perspectiva de un plan de lucha por salario y utilizó la ocasión para dirimir una disputa al interior del aparato.

El michelismo presentó como “memoria” un conjunto de luchas que juntas internas y activistas desarrollaron de manera aislada, revelando la inexistencia de un plan de acción del conjunto del sindicato. Por su parte, el kirchnerismo de la Azul y de “La 102”, que asistió en gran número, denunció fraude, anunció una presentación en el Ministerio de Trabajo y se retiró previamente a la votación.

La fractura es la consecuencia de un largo derrotero de la agrupación Germán Abdala, de ataduras políticas con distintas variantes del centroizquierda.

Estatales en Lucha, junto con otras agrupaciones y juntas opositoras, tuvo un rol destacado en la jornada. Logramos intervenir con una movilización propia, independiente de las fracciones burocráticas en disputa.

No suscribimos, sin embargo, la declaración de las organizaciones vinculadas al encuentro del “Pollo” y “El Perro” (no todas, claro, porque Opinión Socialista está integrada a la Verde de Micheli). En ella llaman a superar la crisis de ATE con la unidad, “más allá de las diferencias políticas”. Es decir le reclaman un compromiso a las dos fracciones. La unidad sindical para rescatar ATE al servicio de los intereses de los trabajadores tiene que fundarse en un programa y un plan de lucha.

Denunciamos que cuandoel kirchnerimo se encuentra en estado de disgregación producto del derrotero derechista del gobierno, el michelismo le ha entregado la iniciativa. Allí están los plenarios y marchas del llamado “sectorial Sinep” convocados por los K, que frente a paritaria de los nacionales no han fijado siquiera una pauta salarial; también son los K quienes han desarrollado los plenarios de municipales y los planteos frente a una paritaria de la ciudad a la baja que pasó sin pena ni gloria.

Rechazamos la memoria y balance y reclamamos una asamblea extraordinaria para impulsar un Congreso de Delegados con mandato que fije un plan de lucha por el salario, 35 por ciento de aumento, pase a planta de todos los contratados y tercerizados, y por una gran campaña en defensa de los trabajadores perseguidos en las causas del Borda y Metrobus.

Eduardo V.