El pasado jueves 12 tuvo lugar una acción convocada por ATE Capital frente a las puertas del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, de Federico Sturzenegger, en rechazo del llamado “examen de idoneidad”; un procedimiento absolutamente ilegal, apartado de cualquier control paritario y violatorio del Convenio Colectivo con el que Milei busca condicionar la renovación de 40.000 contratos que “vencen” a fin de año en todo el Estado.

A casi una semana de su implementación, la preocupación en las dependencias es extrema. No solo por el carácter absolutamente ilegal de esta “evaluación”, habilitada únicamente para ingresos a la Administración pública, en otras palabras, prohibida para quienes vienen prestando tareas de manera continua y con idoneidad acreditada durante décadas bajo todo tipo de contratación precaria en fraude a la ley. Sino por las amenazas de Sturzenegger, quien aclaró que la aprobación de esta “evaluación” no es garantía de continuidad. Crece asimismo el repudio hacia Andrés Rodríguez de UPCN, promotor de la Ley Bases que funge de gerente de recursos humanos de Milei promoviendo este procedimiento absolutamente trucho.

Frente a este cuadro de ataque y complicidad de UPCN, la responsabilidad de ATE es la de movilizar el rechazo masivo contra esta ilegalidad, en un gremio fuertemente golpeado por decenas de miles de despidos y los “aumentos” paritarios de 2% y 1% que vienen recortando el salario en un 30% desde noviembre de 2023. Era necesario responder contundentemente luego de la cadena nacional en la que Milei exhibió cual trofeo la motosierra en el Estado. 

Contrario a esta perspectiva, el balance de la acción es lapidario. Convocada tardíamente, con la evaluación ya en marcha, sin deliberación y por fuera de un plan de lucha que muestre confianza a los trabajadores, desembocó en lo previsible: una actividad de carácter absolutamente minoritaria, con escasísima presencia de trabajadores y reducida al aparato de la Seccional, dirigida por la Verde y Blanca de Daniel “Tano” Catalano, quien cerró el acto señalando que “es hora de pasar de la resistencia a la ofensiva y salir masivamente a ganar las calles y las rutas”, pero sin iniciativa para garantizarlo. 

El sector de la seccional Capital enrolado con la Verde de ATE Nacional, brilló por su ausencia. Veinticuatro horas antes, protagonizaron una minúscula acción en el Ministerio de Defensa (sic) en reclamo de renovación de todos los contratos en el Estado, que fue convocada por las redes sociales como “jornada de lucha” y de la que participaron Rodolfo Aguiar, titular de ATE Nacional, junto con un puñado de dirigentes de la directiva Verde del sindicato. Un bochorno.

La política desorganizadora de las conducciones de ATE no es aislada. Este “como si” se inscribe en un largo derrotero de simulación que viene desmovilizando a los estatales con el único propósito de sujetar la iniciativa del sindicato a la acción de un PJ comprometido hasta los tuétanos en su política de colaboración con el ultraderechista de Milei, instrumentada por Kueiders en el parlamento y en las provincias.

El proyecto de ley para derogar este examen trucho, presentado por la diputada Vanina Biadi junto a la bancada del Frente de Izquierda y diputados de otros bloques, constituye un punto de apoyo para organizar la pelea contra esta nefasta iniciativa oficial.

Debemos superar la entrega de UPCN y los límites que nos impone la política de ATE. Organicemos una gran deliberación en todos los lugares de trabajo para poner en pie una asamblea de trabajadores del Estado, sin distinción de afiliación sindical ni de modalidad de contratación.

Allí debemos resolver un paro nacional que dé inicio a un plan de lucha para derrotar el examen trucho e impulsar la pelea por el pase a planta permanente y el salario.