Sindicales
28/10/2024
DOCENTES NEUQUÉN
Aten: la “creatividad” del baradelismo le asegura previsibilidad al gobierno
Un ataque a fondo a las asambleas.
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Collage Prensa Obrera Neuquén
En los más de 40 años de historia como un sindicato de lucha, que se ganó ser referencia y ejemplo a nivel nacional, las asambleas de Aten fueron protagonistas fundamentales. Pero desde que esas asambleas comenzaron a serles esquivas a la conducción burocrática del TEP (Celeste) su orientación fue tratar de vaciarlas o anularlas.
En muchas ocasiones incluso, la conducción baradelista de Aten denunció la ilegalidad de las mismas cuando eran convocadas por la oposición contra la voluntad de la dirección provincial. Realizaban ese ataque en connivencia con el gobierno que descontaba la jornada a quienes concurrían a las mismas.
Este año cuando durante la huelga de marzo-abril, asambleas masivas rechazaron una y otra vez los intentos del TEP (Celeste) de cerrar acuerdos que consagraban pérdidas salariales, la burocracia decidió curarse de espanto y puso en marcha su “creatividad” para matar las asambleas.
En la huelga a partir del regreso, tras el receso invernal, como las asambleas seguían rechazando cerrar la lucha contra la imposición por ley de un ataque al régimen de licencias y suplencias, la conducción de Aten dio una vuelta de tuerca: acusó de violentas a las asambleas y se retiró de ellas. Pero no logró mermar la masividad de las mismas, sobre todo en las seccionales recuperadas y otras que dirige el propio TEP. De modo que cuando el gobierno convocó a una negociación salarial para todo el año 2025, ofertando unas chirolas más (pero siempre consagrando salarios de bolsillo por debajo de la línea de pobreza y sin retroceder efectivamente en el ataque al régimen de licencias y suplencias), el TEP llegó a la conclusión que si no pudo vaciar las asambleas, podía “crear” un nuevo método de decisión que las neutralizar a. Así impuso, entre gallos y medianoche, la consulta individual a cada docente en las escuelas, mientras se desarrolla la actividad. De tal modo que cada “votante” debe tomar una decisión sobre aceptar o rechazar la propuesta del gobierno sobre una hoja donde se describe solo las “bondades” de la oferta patronal. Cada compañera/o decide sin deliberar, sino en forma individual y aislado de sus compañeras/os.
La “creatividad” burocrática parió las encuestas individuales. A esto le llama “ampliación de la democracia sindical”. Y así pudo asegurarse, entonces, que en el plenario de seccionales del sábado 26 de octubre triunfara la aceptación que da previsibilidad al gobierno para todo el año entrante, ya que tiene en un año electoral, la plena seguridad que los salarios de la docencia y todos los estatales estarán bajo la línea de pobreza, aún con la máxima antigüedad.
En ATE la aceptación se impuso a las piñas y cercenando la voz a quienes se oponían o desconociendo el mandato de asambleas que rechazaban. En Aten se impuso sin golpes físicos, pero golpeando la historia más rica de más de cuatro décadas: las asambleas.
Pruebas al canto
En algunas seccionales dirigidas por el TEP directamente no se convocó a asamblea, todo fue encuesta (Chocón, Añelo, etc.). En otras, a la votación de la asamblea, se sumaron los “votos” obtenidos en las encuestas, los que abrumadoramente favorecieron a la aceptación que buscaba el baradelismo para ir a correr a firmar con la patronal.
En algún Distrito, como forma complementaria de vaciar las asambleas, se instruyó a los directivos para que la asistencia a las mismas sea considerada falta injustificada. Todo un operativo patronal-burocracia.
Algunos ejemplos: en la seccional Cutral Có-Plaza Huincul, que dirige el TEP, donde en la asamblea real la moción de aceptar ganó por 50 votos, se sumaron otros 338 votos provenientes de las encuestas. Lo mismo ocurrió en la seccional Chos Malal donde sumaron 383 votos provenientes de las encuestas. En San Martín de los Andes, las encuestas aportaron 147 votos a la aceptación. En Andacollo 122, en Loncopue 195, en Las Lajas 205, en Aluminé 240, Villa la Angostura 388, Zapala 80, Añelo 137, Rincón de los Sauces 243 y así sucesivamente. A esto el TEP denominó “mayor participación”.
De esta manera el TEP pudo anunciar que la aceptación había obtenido el 70% de los votos. Muy “creativo”. Sin embargo, asambleas reales, numerosas, de seccionales dirigidas por el TEP, votaron abrumadoramente por rechazar la “creatividad” de la encuesta, como es el caso de la seccional Centenario. Algo similar ocurrió en Chos Malal.
Contabilizados por reales asambleístas, el rechazo obtuvo 1.873 votos y la aceptación 1.760 votos. Es decir, ganaba el rechazo.
Esa fue la función que vino a cumplir la “creatividad” de la burocracia, con el auxilio antiasambleas de los funcionarios de algunos distritos que presionaron para vaciar las.
El TEP no quiso arriesgar, a sabiendas que la oferta no contiene una recuperación salarial de lo perdido y que respecto al punto nodal de la ley 3.447 (que liquida el régimen de licencias y suplencias), la oferta es endeble y no definitiva.
La oferta de la “previsibilidad”… para el gobierno
En lo salarial la oferta plantea seguir todo el año entrante con la actualización trimestral por IPC. Por un lado no recupera el IPC de enero (24,5%) ignorado en el actual acuerdo 2024, lo cual consagra (según datos aportados por la misma conducción provincial), que para enero 2025 el salario de bolsillo del maestro inicial ($ 932.216), estará bajo la línea de pobreza….¡de agosto 2024! ($ 1.200.000).
Pero respecto a enero 2025 (punto 7 del acta), se produce un salto al vacío. Resulta que el monto del salario básico (sobre el cual se calcula la antigüedad, la zona, la ubicación geográfica, etc.), depende del valor punto que evoluciona por el IPC.
Pues bien, en el acta se dice que el valor punto de enero 2025 será de 289,4432.
¿En base a qué previsión de la evolución del IPC durante octubre, noviembre y diciembre se basa el TEP, para acordar con la patronal de antemano cuanto sera el valor punto en enero 2025?.
Se basa en la confianza en los datos de IPC a la baja que anuncian tanto Milei como el gobernador. Es decir, descartan sin fundamento real, una devaluación de aquí a fin de año. Más confianza en Milei-Caputo, imposible. El menor repunte inflacionario dejará ese valor punto fijado de antemano, por debajo de la evolución del IPC del último trimestre del presente año.
El otro punto nodal del acta es que por un lado el Tribunal Superior de Justicia sigue dilatando su pronunciamiento sobre la inconstitucionalidad de la ley 3.447, la que está en plena vigencia y que la patronal aplica a rajatabla, ya que Salud Ocupacional está desconociendo o recortando a la mitad los días de licencia con reposo laboral que solicitan los profesionales que atienden la salud de las compañeras y compañeros.
Como remedo el TEP presentó (aunque no figura como parte del acta que se aprueba) que el Consejo Provincial de Educación dictó una Resolución (la Nº 1.444) que decide “no aplicar los supuestos indicados en el segundo párrafo del artículo 8º de la ley 3.447”.
Ese segundo párrafo niega la continuidad de la suplencia ante una prórroga de la licencia. Viola directamente el Estatuto del Docente que establece que las suplencias “cubren las prórrogas de las licencias” que cubre el suplente. Está claro que una Resolución del CPE que decide “no aplicar” los postulados de una ley provincial no resiste una orden judicial que lo obligue a aplicar una ley vigente. Es muy endeble como protección a la continuidad de las suplencias ante las prórrogas de licencias.
Pero además, la Resolución del CPE otorga validez legal al Decreto 971/2024 de reglamentación de la cuestionada ley. Ocurre que el Poder Ejecutivo (que presuntamente firmó en agosto pasado, ese Decreto reglamentario) aún no lo publicó en el Boletín Oficial, por lo que es de dudosa vigencia.
El ataque de la ley 3447 está en pie. Lo que dice el TEP está todo en el aire: el TSJ no se pronunció, el Decreto reglamentario no está publicado, una Resolución es una norma de rango muy inferior a una ley provincial, no figura este punto en el acta acuerdo que se aprueba.
No hay previsibilidad salarial, ni de derechos para las y los trabajadores de la educación, el único que obtiene previsibilidad es el gobierno, que con un superávit de más de 300 millones de dólares, la ha comprado por chirolas, con la complicidad del TEP y su “creatividad”.
Las y los trabajadores de la educación tenemos la inmensa responsabilidad de recuperar Aten para aplicar otra creatividad: la de la organización de clase, la independencia política del Estado y los gobiernos y los métodos de lucha.