Luego de dos semanas de una huelga impuesta desde abajo contra la voluntad conciliadora de la conducción TEP -Celeste de ATEN, ésta logró con un 54% de los votos de las asambleas el mandato para aceptar la oferta del gobierno. El 46% de los asambleístas votó por el rechazo y continuar la huelga por cinco días más con cortes y diversas acciones en unidad con el sector Salud, ceramistas, organizaciones piqueteras, judiciales, EPAS, etc. En varias asambleas se votó la convocatoria a un encuentro de sectores en lucha.

Se libró alrededor de las asambleas una gran batalla política, donde el MPN y el PJ movieron a su militancia para ir a votar la aceptación. Ambos partidos vienen de votar en la Legislatura contra un apoyo a los reclamos de las y los trabajadores de la educación.

A pesar de presentar la oferta del gobierno como “sustancialmente superadora”, el TEP tomó nota del rechazo que crecía en la base. Lanzó una intensa campaña mediática por la aprobación e incluso convocó a una charla por zoom tres horas antes de las asambleas, para explicar las “bondades” de la oferta. Recurrió a todo tipo de manipulación de las asambleas virtuales, no dejando ingresar o eliminando al momento de votar a compañeras/os que identifican con la oposición.

Incluso estamos denunciando que militantes y dirigentes del TEP participaron en varias asambleas y, como es imposible controlar quienes votan, es muy probable que hayan duplicado o triplicado su voto.

El rechazo ganó en las seccionales dirigidas por la oposición como Zapala, Picun Leufú y Chañar. Pero también ganó las dos asambleas de la seccional Capital (donde dirige el TEP) y en Senillosa. En Plottier (también dirige el TEP) el rechazo perdió por solo un voto, con muchas/os cumpas sin poder ingresar a la asamblea. Otro gran dato es que en asambleas donde el TEP dirige y ganaba abrumadoramente antes, hubo un crecimiento exponencial del voto al rechazo (Centenario, Chos Malal, Aluminé, etc.).

El gobierno echó lastre

En un contexto de una convulsión social y ante una semana con varios días de cortes de ruta, el gobierno decidió maquillar la propuesta anterior (que había sido rechazada unánimemente en las últimas asambleas) y con la complicidad del TEP, aislar fundamentalmente la huelga de los sectores hospitalarios, rebelados contra el ruinoso acuerdo que firmó la dirección de ATE-CTA.

A tono con la visita de la ministra de Seguridad de la Nación a la provincia, la ministra local, Vanina Merlo, ha anunciado que declarará ilegal la huelga hospitalaria. En combinación con esta ofensiva antiobrera, la justicia neuquina ha reflotado las acciones para rematar la recuperada Cerámica Neuquén. Cuestiones que contextualizan la posición antiobrera de la conducción TEP.

El acuerdo

La oferta del gobierno salarialmente es apenas un 11% superior a la rechazada por miserable antes. Sigue dejando al 70% de las y los trabajadores de la educación bajo la línea de pobreza. El cargo testigo pisa esa línea luego de 17 años de antigüedad. A grandes rasgos, otros “logros sustanciales” ya estaban en las ofertas anteriores, que fueron unánimemente rechazadas.

Lo que sí es novedoso es que el gobierno introdujo en el acta una especie de “ultraactividad” que regía para los Convenios Colectivos de Trabajo, y eran un reaseguro para la parte obrera, pero que el gobierno de Neuquén lo ha colocado como su propio reaseguro.

Ocurre que la promesa de una nueva mesa salarial en julio fue el caballito de batalla para presentar el acuerdo como semestral, y por lo tanto un aumento promedio del 30% respecto al salario actual para el primer semestre del 2021.
Sin embargo, por la cláusula de “ultraactividad” el acta dice que, aún si se convocara en julio a una nueva mesa salarial, la falta de acuerdo a mitad de año “deja vigentes los términos de este acuerdo”. Esto implica que seguirá rigiendo el acuerdo que se acepta ahora. Lo cual, ante la escalada inflacionaria, agravada por los tarifazos en curso, depreciará a fondo los salarios.

El gobierno pagó el precio de una chirola más para sacar del medio a un poderoso sindicato de lucha como Aten y poder ir a fondo contra el resto con el objetivo de congelar esas chirolas por el resto del año.

Apenas han cerrado un capítulo, es cierto que logran cerrarlo cuando más necesaria era la unidad con los demás sectores, y esto es muy favorable al gobierno, pero es un cierre que será dinamitado por la realidad de la crisis más general. Se abre ahora la lucha por las escuelas seguras y los protocolos de bioseguridad, los comités de seguridad e higiene electos en cada escuela, y hay mandato de varias asambleas para un encuentro o congreso de sectores en lucha.

Cerraron una puerta, pero no lograron echarle llave.