La conducción de ATEN (TEP – Celeste) convocó repentinamente, sin realizar asambleas, a un plenario este sábado 3 de julio. El tema central por supuesto fue la explosión de la Escuela Albergue Nº 144 en Aguada San Roque y ratificar lo actuado por dicha conducción.

En el informe de apertura, Marcelo Guagliardo, el secretario general, propuso ratificar la decisión que ATEN se constituya como querellante, el apoyo económico a las familias y el apoyo jurídico a las mismas y exigir a la Justicia una investigación consecuente.

Como medidas propuso ratificar  la “no presencialidad” y declarar el alerta y movilización para jornadas locales la semana entrante. Sin embargo, ni siquiera mencionó a la ministra Storioni y menos aún mocionó pedir su renuncia ni la de ningún otro funcionario.

Esta orientación contrastó con la intervención del compañero Lautaro Palma Parodi, secretario adjunto de la seccional Zapala, quien contrapropuso la necesidad de que el plenario exija esas renuncias y que en vez de una dispersión geográfica y temporal en acciones locales, que ATEN convoque a un paro el próximo 7 de junio y movilización con esos reclamos. Además el planteo que CTERA pare ese día, porque, aunque lo mas grave ha ocurrido en la Escuela Albergue, la presencialidad ha desnudado la falta de mantenimiento durante meses con otros “accidentes” durante esta misma semana a lo largo y ancho del país.

La novedad del plenario consistió en que varias seccionales dirigidas por el propio TEP se manifestaron a favor de parar y ganar la calle para exigir las renuncias. Fue reiterado el reclamo de “poner nombre y apellido a los responsables”. Las limitaciones de la propuesta del secretario general quedó en evidencia.
Fue del propio palo del TEP la intervención que recordó la explosión en la escuela de Moreno y llamó a que el “nunca más una escuela bomba” sea tomado en serio. A su vez, caracterizó que “la presión para regresar a las escuelas es la presión de la productividad capitalista”. Contundente.

Puede decirse que en este plenario, y de cara a la posibilidad de la convocatoria a elecciones en el sindicato, ha comenzado a expresarse la propia interna del TEP. La misma refleja distintos alineamientos partidarios. En principio se expresa la interna del FdeT: por un lado quienes adhieren al núcleo duro de los “K”, y, por el otro, a los sectores del PJ-Albertismo. Pero también están quienes se referencian en el UNE, que sostiene una alianza política con el MPN.

La sociedad con el MPN lo expresó en forma descarada la vocal por Rama Media, del TEP, Marisabel Granda, quien con la excusa que si se pide la renuncia de la ministra Storioni va a venir otra ministra del MPN, porque el gobernador sería el mismo. Una coartada de defensa de la ministra que no puede ocultarse. La TEP es consciente de que la caída de la ministra y otros funcionarios condicionaría toda la política educativa del gobierno y su aplicación.

Hay que tener en cuenta que eso se lo dijo no solo a la oposición, sino a las propias seccionales que dirige el TEP y que han puesto el reclamo de las renuncias en el tapete. Sin ninguna duda ha estallado públicamente la crisis del TEP.

El cierre a cargo del secretario general fue muy elocuente en este sentido y dedicó su totalidad a hablarle a su propia interna. Le reprochó a los sectores más ligados al PJ que en décadas no supieron construir una alternativa al MPN y que no han logrado desplazarlo, llamando a cambiarlo en democracia construyendo “una alternativa que se decida a ser opción”. La interna del FdeT se ha metido de lleno en la conducción de ATEN.

Ante un posible descongelamiento de los procesos electorales en los sindicatos, cada día hay más razones para formar un frente único que, sustentado en una acción común, abramos un camino a la conformación de listas comunes. Hay una representatividad y desarrollos que son una base objetiva en ese sentido.